De acuerdo con información del Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, la artritis reumatoide es una enfermedad crónica (de larga duración) que afecta principalmente las articulaciones, como las que se encuentran en las muñecas, las manos, los pies, la columna vertebral, las rodillas y la mandíbula.
A raíz de la inflamación articular provocada por la artritis reumatoide, la persona también puede experimentar dolor, hinchazón, rigidez y pérdida de funciones. Adicionalmente, esta enfermedad puede dar paso a otros síntomas como cansancio inusual, fiebres esporádicas y pérdida de apetito. También aumenta el riesgo de problemas en corazón, pulmones, sangre, nervios, ojos y piel.
Si bien la artritis reumatoide puede ocurrir a cualquier edad, el riesgo aumenta conforme avanzan los años. Así mismo, es más común en mujeres que en hombres. Las posibilidades de desarrollar esta enfermedad también incrementan si la persona tiene antecedentes familiares, fuma o padece de obesidad.
“La artritis reumatoide puede presentarse en cualquier articulación, pero ocurre con más frecuencia en las muñecas, las manos y los pies. Por lo general, los síntomas ocurren en ambos lados del cuerpo. Por ejemplo, si tiene artritis reumatoide en la mano derecha, es probable que también la tenga en la mano izquierda”, detalla el NIH.
En ese sentido, el portal Mayo Clinic reveló que los pacientes pueden ayudar a disminuir el dolor y la rigidez moviéndose, mejorando la amplitud de movimiento, fortaleciendo los músculos y aumentando la resistencia.
“Un médico o un terapeuta ocupacional puede ayudarte a elaborar un programa de ejercicios adecuado para ti. Concéntrate en hacer ejercicios de estiramiento, de amplitud de movimiento y de fortalecimiento muscular gradual y progresivo. Incluye ejercicios aeróbicos de bajo impacto, como caminar, andar en bicicleta o hacer ejercicios en el agua, para mejorar el estado de ánimo y controlar el peso”, reveló el portal.
Para esto, se deben evitar las actividades de alto impacto y con movimientos repetitivos, como: correr, saltar, jugar tenis, hacer ejercicios aeróbicos de alto impacto y repetir el mismo movimiento, como un saque de tenis, una y otra vez.
Ejercicios de hidroterapia
Healthline comparte algunos ejercicios básicos de hidroterapia que pueden realizar las personas con artritis reumatoide:
Caminar: Una simple caminata en la piscina ayuda a mejorar la resistencia y acondicionamiento aeróbico.
Patada con cadera: Este ejercicio ayuda a aumentar resistencia, flexibilidad y rango de movimiento. Para su ejecución, la persona debe sujetarse del borde de la piscina para tener apoyo, luego se eleva una pierna de manera que quede paralela al borde de la piscina. El movimiento consiste en bajar la pierna a su posición inicial y repetir.
Según anota la enciclopedia médica MedlinePlus, el tratamiento de la artritis reumatoide incluye medicamentos, fisioterapia, ejercicio, pedagogía para comprender la naturaleza de la enfermedad y cómo hacer el debido seguimiento. En los casos más extremos, resulta necesaria la intervención quirúrgica.
La fisioterapia, por ejemplo, implementa ejercicios enfocados en mejorar el rango o la amplitud de movimiento. De igual manera, busca fortalecer los músculos y optimizar la función articular. En ocasiones, los profesionales de la salud también emplean máquinas especiales para reducir el dolor y mejorar la movilidad de las articulaciones.
Algunas terapias para aliviar el dolor incluyen:
- Técnicas de protección de la articulación.
- Tratamientos con calor y frío.
- Férulas o dispositivos ortopédicos para apoyar y alinear las articulaciones.
- Períodos frecuentes de descanso entre las actividades, así como de 8 a 10 horas de sueño cada noche.