La artritis es una enfermedad en la que se presenta inflamación o degeneración de una o más articulaciones. Esta afección suele llegar acompañada de rigidez, que tiende a empeorar con el paso de los años.
El instituto de investigación Mayo Clinic indica que los dos tipos más frecuentes de este padecimiento son la artrosis y la artritis reumatoide. La primera hace que el cartílago, el tejido duro y resbaladizo que recubre los extremos de los huesos donde forman una articulación, se rompa; la segunda es una enfermedad en la cual el sistema inmune ataca las articulaciones, comenzando con el revestimiento de estas.
Existen algunos factores de riesgo que incrementan la posibilidad de que una persona padezca artritis. Uno de ellos son los antecedentes familiares, pues algunos tipos de esta enfermedad son hereditarios.
La edad también juega un papel importante. Según los expertos, el riesgo de muchos tipos de artritis, entre ellos la artrosis, la artritis reumatoide y la gota, aumenta en la vejez.
En lo que tiene que ver con el sexo, las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar artritis reumatoide, mientras que la mayoría de las personas que tienen gota son hombres.
Por último, la obesidad también juega en contra. Unos kilos de más fuerzan las articulaciones, en especial las rodillas, las caderas y la columna. Las personas con sobrepeso tienen un mayor riesgo de desarrollar artritis.
Dado que se trata de una enfermedad molesta, dolorosa y hasta incapacitante, el programa de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, contra la artritis recomienda cinco estrategias de automanejo para aliviar y reducir los síntomas. De esta forma, se puede ayudar a recuperar calidad de vida y la posibilidad de realizar actividades que a la persona le gustan.
1. Aprender nuevas destrezas
Es importante participar en talleres en los que se aprendan destrezas para manejar esta afección. Esto ayudará a que la persona sienta que tiene más control de su salud, maneje el dolor y otros síntomas, reduzca el estrés, mejore su estado de ánimo, y pueda desarrollar sus actividades diarias con mayor facilidad.
2. Ser activo
La actividad física es una manera simple y eficaz de aliviar el dolor causado por la artritis, sin el uso de medicamentos. Según los CDC, el ejercicio físico puede reducir el dolor y mejorar la función, el estado de ánimo y la calidad de vida de los adultos con artritis. Adicionalmente, practicar actividad física regular puede también reducir el riesgo de tener otras afecciones crónicas, como enfermedad cardiaca y diabetes.
Lo recomendable es realizar ejercicio de intensidad moderada durante 150 minutos por semana. Por ejemplo, nadar, caminar o montar en bicicleta 30 minutos al día, cinco días de la semana.
3. Controlar el peso
Perder el exceso de peso y mantenerse en una condición saludable es particularmente importante para las personas con artritis. Cuando se adelgaza, esto reduce la carga sobre las articulaciones, particularmente las que soportan el peso del cuerpo, como las de la cadera y las rodillas.
“De hecho, las personas con artritis pueden reducir el dolor y mejorar su función con solo bajar entre 10 y 12 libras. A cualquier edad, la actividad física de bajo impacto que no implique esforzar las articulaciones (como caminar) y los cambios en la alimentación pueden ayudar a las personas con artritis a bajar de peso”, precisan los CDC.
4. Proteger las articulaciones
Las lesiones en las articulaciones pueden causar o empeorar la artritis. Por ello, es importante elegir actividades que no recarguen las articulaciones como caminar, andar en bicicleta o nadar. Estas actividades de bajo impacto implican poco riesgo de causar lesiones.
De acuerdo con la mencionada institución, este tipo de lesiones puede aumentar las probabilidades de presentar artrosis, por lo que, por ejemplo, en el trabajo, es crucial usar equipos de protección y evitar el daño articular causado por los movimientos repetitivos.
5. Consultar al médico
Si se presenta dolor en las articulaciones, es valioso obtener un diagnóstico médico lo antes posible para iniciar un tratamiento y tomar medidas con el fin de reducir al máximo los síntomas y evitar que la afección empeore. El objetivo del tratamiento de la artritis es reducir el dolor, minimizar el daño a las articulaciones y mejorar o mantener la función y la calidad de vida. Esto es particularmente relevante si la persona también tiene otras afecciones crónicas, como diabetes o enfermedad cardiaca.