Las hierbas o plantas medicinales son elementos de origen vegetal que los seres humanos han utilizado desde hace muchos años con el objetivo de prevenir y combatir una gran cantidad de enfermedades y molestias. Y, con el paso del tiempo, fueron tomando una popularidad más que notoria.

A pesar del constante avance de la ciencia, las hierbas medicinales siguen figurando para muchas personas como la principal alternativa para calmar ciertas dolencias. Por lo general, se preparan en té o en infusiones y su propia elaboración es muy sencilla, pues para esto solo se requiere de una cantidad determinada de agua, de una olla y de la planta elegida.

Por ejemplo, las hierbas medicinales son tan importantes que hay una de ellas en especial que resalta entre las demás porque tiene la capacidad de regenerar el cartílago desgastado en las personas que padecen una enfermedad como la artritis.

Pero, antes de conocer esta planta, es relevante hacer hincapié en la afección mencionada. “La artritis es la hinchazón y la sensibilidad de una o más de las articulaciones. Los principales síntomas de la artritis son dolor y rigidez de las articulaciones, que suelen empeorar con la edad. Los tipos más frecuentes de artritis son la artrosis y la artritis reumatoide. La artrosis hace que el cartílago, el tejido duro y resbaladizo que recubre los extremos de los huesos donde forman una articulación, se rompa”, explica el instituto de investigación Mayo Clinic.

El tono rojizo en las articulaciones es el síntoma más claro de molestas en las articulaciones. Sin embargo, no siempre se trata de algo negativo. | Foto: Semana

Por su parte, la entidad agrega que “la artritis reumatoide es una enfermedad en la cual el sistema inmunitario ataca las articulaciones, comenzando con el revestimiento de estas. Los cristales de ácido úrico, que se forman cuando hay demasiado ácido úrico en la sangre, pueden causar gota. Las infecciones o enfermedades subyacentes, como la psoriasis o el lupus, pueden causar otros tipos de artritis”.

Cuando una persona padece una enfermedad como la artritis, es indispensable que se acerque a un centro médico especializado para iniciar un tratamiento adecuado, el cual varía de acuerdo con el tipo de artritis que se sufra. El objetivo del mismo será disminuir de forma considerable los síntomas.

Entre los otros tipos de artritis que existen, resaltan la de pulgar, la idiopática juvenil, la reactiva, la séptica, la espondiloartritis anquilosante y osteoartritis. Por lo general, los síntomas de los diferentes tipos de artritis son rigidez, inflamación, enrojecimiento y reducción de la amplitud del movimiento.

Los factores de riesgo del padecimiento de algún tipo de artritis son la edad, dado que suelen atacar en la etapa de adulto mayor; tener antecedentes familiares, ser del sexo femenino, haber sufrido con anterioridad una lesión articular y tener obesidad.

Por lo general, las personas de 45 años de edad o más y aquellas que tienen enfermedades como diabetes o artritis reumatoide pueden tener más posibilidades de padecer el dedo en gatillo. | Foto: El País

El poder de la cúrcuma

Ahora bien, como se mencionó anteriormente, hay una hierba que es esencial para regenerar el cartílago desgastado a causa de la artritis. De acuerdo con el portal de Medical News Today, estas es la cúrcuma.

“Las investigaciones científicas indican que la cúrcuma puede ofrecer varios beneficios para la salud humana. En particular, la cúrcuma contiene un compuesto llamado curcumina, que tiene propiedades antiinflamatorias que pueden beneficiar a las personas con artritis reumatoide” que sufrieron un desgaste en el cartílago”, reseña el sitio Cocina Fácil.

Para preparar un saludable té con este alimento se requieren los siguientes ingredientes:

  • 4 tazas de agua.
  • 1 cucharada de jugo de limón o jengibre rallado.
  • Miel al gusto.
Taza de té de cúrcuma de jengibre sobre tabla de madera con ingredientes. Fondo rústico. Comida de invierno saludable | Foto: Getty Images

Procedimiento:

  • Poner a hervir el agua y agregar la cúrcuma. Mezclar y dejar a fuego lento durante 15 minutos.
  • Retirar y colar.
  • Servir el té y agregarle la miel, el jugo de limón o el jengibre.