La artritis reumatoide es un trastorno inflamatorio crónico que puede afectar tanto a las articulaciones como a otras partes del cuerpo. En algunas personas, esta enfermedad puede dañar distintos sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos, asegura el instituto de investigaciones clínicas, Mayo Clinic.

Se trata de un trastorno autoinmunitario que se presenta cuando el sistema inmunológico ataca por error los tejidos del cuerpo. A diferencia del daño por desgaste de la osteoartritis, la artritis reumatoide afecta el revestimiento de las articulaciones y causa una hinchazón dolorosa, que puede finalmente causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones.

La inflamación asociada a esta enfermedad es lo que también puede dañar otras partes del cuerpo, asegura la mencionada institución.

La Fundación Española de Reumatología indica que, dadas las complicaciones que esta enfermedad puede ocasionar en el organismo, es muy importante mantenerla bajo control. “Actualmente gracias al diagnóstico precoz y a la existencia de nuevos tratamientos, la mayoría de los pacientes consiguen tener la enfermedad controlada desde etapas más tempranas y mantener así su calidad de vida”, precisa.

Existen diversas maneras para tratarla y una de las más recomendadas por los especialistas es el ejercicio. La actividad física puede reducir los síntomas de la artritis reumatoide y facilitar las actividades diarias, precisa el portal Healthline.

La artritis reumatoide afecta las articulaciones generando hinchazón y dolor. | Foto: Getty Images

Los mejores ejercicios para la artritis reumatoide son aquellos relacionados con resistencia, flexibilidad, rango de movimiento y acondicionamiento aeróbico y el agua puede facilitar su desarrollo.

Este sitio web asegura que la hidroterapia es un tipo de ejercicio acuático, de impacto, así que quita la presión de las articulaciones. También se puede adaptar al nivel de condición física de cada persona y su capacidad.

Además de la condición física, en general, las personas utilizan la hidroterapia para mejorar la circulación, estimular la relajación, tratar las afecciones relacionadas con el sistema musculoesquelético y aliviar la ansiedad, el dolor y la depresión

En el caso puntual de la artritis reumatoide, un estudio realizado en 2017, que incluyó a 40 personas con artritis reumatoide encontró que un enfoque de tratamiento combinado de medicamentos e hidroterapia reducía el daño de las especies reactivas de oxígeno.

Lo hizo al mejorar el estado oxidante-antioxidante en las personas afectadas. Los autores del estudio recomendaron incluir ejercicios de hidroterapia de intensidad moderada en el tratamiento de la artritis reumatoide, asegura Healthline.

La hidroterapia permite a las personas con artritis reumatoide hacer ejercicio más cómodamente y exponerse menos a lesiones en las articulaciones. Según los expertos, el agua crea resistencia a medida que la persona avanza dentro de ella, o al mover los brazos y las piernas contra el agua. Esta resistencia desarrolla fuerza.

También mejora tu condición física aeróbica, que es importante para la salud del corazón. Cuando una persona tiene artritis reumatoide, su riesgo de enfermedad cardíaca aumenta.

Las rodillas son una de las partes del cuerpo más afectadas por la artritis. | Foto: Getty Images

Ejercicios

Una de las recomendaciones de ejercicio es caminar en el agua, pues esto ayuda a las personas con artritis reumatoide a alcanzar resistencia y acondicionamiento aeróbico. Solo se debe caminar dentro del agua en una piscina climatizada durante unos cinco minutos.

Otra opción de ejercicio es la patada con cadera. Esta actividad puede ayudar a las personas con la mencionada enfermedad a aumentar su resistencia, acondicionamiento aeróbico, flexibilidad y rango de movimiento.

Para realizarlo, la persona se sujeta del borde de la piscina como apoyo. Se empieza con la pierna más alejada del borde de la piscina, se levanta hacia adelante con la idea que quede paralela al borde de la piscina, luego se baja a su posición inicial y se repite. Usando la misma pierna, se levanta a un lado, luego se baja y se repite.

Posteriormente, se da la vuelta para sostenerte del borde de la piscina con la otra mano y se realizan los mismos movimientos con la otra pierna. Lo ideal es repetir tres series de 10 patadas con cada pierna.

Por último, se puede realizar el ejercicio de la estocada hacia adelante que les ayuda a las personas con artritis reumatoide a desarrollar resistencia, flexibilidad y rango de movimiento. Para hacerlo se sujeta del borde de la piscina como apoyo. Se da un paso enorme hacia adelante y se baja sobre la pierna delantera mientras se mantiene la cabeza afuera del agua. Luego se vuelve a la posición inicial y se realiza el mismo movimiento con la otra pierna. Se repite con tres juegos de 10 pasos de estocada por pierna.