Con el paso de los años y el proceso natural del envejecimiento, la rodilla es una de las articulaciones del cuerpo que con mayor frecuencia desarrolla artrosis, una enfermedad degenerativa y de “desgaste” que se presenta en las personas adultas mayores, debido a que el cartílago se desgasta gradualmente, disminuyendo la proyección de los huesos.
Según la Clínica Universidad de Navarra, la razón más frecuente de la artrosis de rodilla, en comparación con otras articulaciones del cuerpo, es que esta parte del cuerpo es una articulación de carga; es decir, que soporta el peso del cuerpo y de los objetos que se transportan de pie. Entretanto, la artrosis se desarrolla lentamente y la progresión del dolor suele seguir la misma progresión.
De este modo, la artrosis provoca un dolor que se genera en la rodilla junto con el desgaste de cartílago. Adicional a ello, se presentan síntomas como inflamación de la articulación, rigidez de la articulación y fallo de la pierna al cargar en ella. En los casos en los que se alcanzan fases más avanzadas de la enfermedad, además del dolor, que se hace más continuo e intenso, el paciente sufre una disminución en los movimientos que puede realizar con la rodilla (por ejemplo, no puede flexionar o extender completamente la pierna).
Por lo general, esta enfermedad degenerativa no tiene cura, pero los síntomas se puede aliviar mediante el consumo de medicamentos y fisioterapia prescrita por un especialista en salud. Adicional a ello, la medicina tradicional ofrece múltiples alternativas que son útiles para aminorar los síntomas que esta enfermedad provoca.
De hecho, el poral web Terra destaca las propiedades de la cúrcuma, una plata originaria de Asia, que también es conocida como azufre en India o azafrán Indio. Entre sus propiedades se destaca por ser un gran aliado para reducir el colesterol alto y los dolores en las articulaciones, especialmente las rodillas.
¿Cómo usar esta planta medicinal?
De acuerdo con información del portal en mención, se debe rallar el tallo de la planta hasta obtener un polvo amarillo que contiene entre 2 y un 5% de curcumina, un compuesto ideal para combatir varias enfermedades.
Como tal, las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de esta planta permiten contrarrestar los síntomas de la artrosis, por lo que es necesario también incluir en una dieta saludable que favorezca la salud de los huesos y las articulaciones.
Entre tanto, cabe mencionar que los especialistas en salud aconsejan consumir 1000 mg de curcumina por día para tratar el fuerte dolor de rodilla que provoca la artrosis en las rodillas. Así mismo, sugieren probar una infusión para tratar este problema de salud.
Así se prepara la infusión de cúrcuma
Para tratar y a la vez prevenir este problema articular, se debe poner un vaso de agua a fuego lento hasta que llegue a su punto de ebullición. Luego, añadir una cucharada de miel, la corteza de medio limón, una cucharada de cúrcuma molida y una de té verde. Después, dejar hervir un poco más y luego dejarla reposar por 5 minutos. Finalmente, se debe consumir en ayunas para recibir todos los beneficios de esta infusión natural.
Por su parte, el portal web El Clarín, da a conocer cuatro consejos que ayudan a mejorar la condición de la rodilla cuando hay un desgaste del cartílago:
1. Actividad física y beber líquido: llevar una buena rutina de ejercicio y beber mucho líquido, son dos formas eficaces y saludables para evitar el sobrepeso, una de las causas más comunes de la artrosis de rodilla, además del desgaste articular.
2. Elongación como prevención: esto hace referencia a los estiramientos y la elongación para evitar futuros daños. Por ello, se aconsejan tomarse 10 minutos como mínimo para calentar y estirar. Las personas que desarrollan trabajo en los que pasan mucho tiempo de pie, también deben realizar estiramientos para aminorar la sintomatología de la artrosis de rodilla.
3. Aplicar frío y calor: específicamente, el frío es bueno para reducir la inflamación de la rodilla y el calor mejora la circulación sanguínea y el índice de cicatrización de tejidos involuntarios. Así las cosas, se debe recubrir el hielo con un trapo o colocar un trapo remojado con agua caliente durante intervalos de 3 a 5 minutos hasta por media hora al día.
4. Mantener una alimentación saludable: hay alimentos específicos que ayuda a mantener los cartílagos. Por lo general, estos contienen lisina, colágeno y ácido hialurónico y se encuentra en las proteínas animales, el queso, los frutos secos, huevos, gelatinas y atún.