Las articulaciones son los componentes del esqueleto que permiten el movimiento y la autonomía funcional y están formadas por la unión de dos huesos a través de la cápsula articular. La artrosis es una enfermedad reumática que lesiona el cartílago articular.
Cuando el cartílago articular se lesiona, el paciente puede sentir dolor, rigidez e incapacidad funcional. Expertos indican que la artrosis se localiza en “la columna cervical y lumbar, algunas articulaciones del hombro y de los dedos de las manos, la cadera, la rodilla y la articulación del comienzo del dedo gordo del pie”, así lo destacan en el portal Inforeuma.
La artritis es la inflamación la causante de la enfermedad, por otra parte, en la artrosis es el desgaste, por esta razón no se deben confundir estas dos afectaciones.
Los especialistas señalan que estas dos enfermedades generan dolor y en ocasiones hinchazón y rigidez, pero es importante entender que en la artrosis el dolor es de tipo mecánico, por lo tanto se ocasiona “por los movimientos y mejora con el reposo”, destacan en el mencionado sitio web.
La artrosis anteriormente solo se relacionaba con el envejecimiento, pero luego de los avances en el conocimiento de los mecanismos que pueden producir esta enfermedad se ha descartado por los expertos que la edad no es la única causa.
De acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud, cerca del 28 por ciento de la población mundial mayor de 60 años presenta artrosis y el 80 por ciento de ésta tiene limitaciones en sus movimientos. “El aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población han llevado a que esta enfermedad se sitúe entre las primeras causas de discapacidad”, señalan en el portal Cuídate plus.
Entre las causas de esta enfermedad puede estar el factor genético, aunque no es hereditaria, pero sí es importante entender que hay un componente de riesgo genético que, junto con otros factores, puede hacer que aparezca con más facilidad en pacientes con una historia familiar.
La actividad laboral en la que sea muy común la repetición de los movimientos articulares puede generar a largo plazo una la sobrecarga articular. “Por eso, determinadas actividades laborales, como por ejemplo peluqueras y albañiles pueden provocar la aparición de artrosis”, destacan en Cuídate plus.
Otra de los factores que pueden causar artrosis son las lesiones deportivas, particularmente en los deportistas de élite. “En concreto, los antecedentes traumáticos (por ejemplo, lesiones deportivas que causan traumatismos) incrementan muy significativamente la probabilidad de padecer artrosis”, declaran en Cuídate plus.
El sedentarismo incrementa el riesgo de padecer artrosis, además, relacionado a este factor, la obesidad también aumenta las posibilidades de desarrollar esta afectación o empeorar sus síntomas.
Para tratar esta molestia, hay una serie de remedios naturales que son fáciles de preparar, además, aportan otros nutrientes por sus ingredientes naturales.
El jugo de kiwi y fresas es un buen alimento para tratar la artrosis, pues estas frutas cuentan con propiedades antioxidantes y diuréticas.
Para su preparación hay que lavar las fresas y pelar el kiwi para después trocear todas estas frutas. Colocarlas en el vaso de la licuadora o batidora manual con un poco de leche de soja y licuar. Lo ideal es tomar este jugo diariamente, así lo explican en el sitio web unCOMO.
Otra bebida que es recomendada por los expertos para la artrosis es el jugo de zanahoria y apio, este último cuenta con propiedades antiinflamatorias, por su parte “la zanahoria es un vegetal con un alto contenido en vitamina A, que refuerza la salud articular”, destacan en unCOMO.
Para prepararlo hay que lavar y pelar 4 zanahorias y cortar en trozos. Lavar 2 tallos de apio, quitarles las hojas y hacerlos a pedazos. Poner estos ingredientes en el vaso de la batidora o licuadora para tener un jugo ideal para la artrosis.