La artrosis es la forma más común de artritis y con la afección, el cartílago dentro de una articulación empieza a deteriorarse y el hueso subyacente comienza a cambiar, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Además, explicó que los factores de riesgo de la artrosis son:
- Lesión o uso excesivo de las articulaciones: la lesión o el uso excesivo, tales como doblar la rodilla y ejercer un esfuerzo repetido en una articulación, pueden causar daño y aumentar el riesgo de artrosis en esa articulación.
- Edad: el riesgo de presentar artrosis aumenta con la edad.
- Género: las mujeres tienen una mayor probabilidad de presentar artrosis que los hombres, especialmente luego de cumplir los 50 años.
- Obesidad: un mayor peso pone más esfuerzo en las articulaciones, especialmente las que cargan con el peso, como la cadera y las rodillas. Este esfuerzo aumenta el riesgo de artrosis en esa articulación. La obesidad también podría tener efectos metabólicos que aumentan el riesgo de artrosis.
- Genética: las personas que tienen familiares con artrosis tienen una mayor probabilidad de presentar la enfermedad. Las personas que tienen artrosis de las manos tienen una mayor probabilidad de presentar artrosis de rodilla.
- Raza: algunas poblaciones asiáticas tienen menor riesgo de artrosis.
Por ello, el diario español Mundo Deportivo reveló, en su sección de salud, que la vitamina D es esencial para regenerar el cartílago desgastado de la rodilla.
Así las cosas, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), indicaron que el consumo de vitamina D dependerá de la edad y el sexo, pero las cantidades promedio diarias recomendadas en microgramos (mcg) y unidades internacionales (UI) son:
- Bebés hasta los 12 meses: 10 mcg (400 UI)
- Niños de 1 a 13 años: 15 mcg (600 UI)
- Adolescentes de 14 a 18 años: 15 mcg (600 UI)
- Adultos de 19 a 70 años: 15 mcg (600 UI)
- Adultos mayores de 71 años: 20 mcg (800 UI)
- Mujeres y adolescentes embarazadas o en período de lactancia: 15 mcg (600 UI)
Entre tanto, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que es posible que la persona no tenga suficiente vitamina D por diferentes razones, por ejemplo:
- No se recibe suficiente vitamina D en la dieta.
- No se absorbe suficiente vitamina D de los alimentos (un problema de malabsorción).
- No se recibe suficiente exposición a la luz solar.
- El hígado o los riñones no pueden convertir la vitamina D en la forma activa en el cuerpo.
- Se toman medicamentos que interfieren con la capacidad del cuerpo para convertir o absorber vitamina D.
Entre tanto, para evitar la deficiencia de vitamina D se deben consumir alimentos que la contenga, aunque son muy pocos, pero está presente en pescados grasos, como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado.
Asimismo, según los NIH, la vitamina D se encuentra en suplementos de multivitaminas y multiminerales. También se puede conseguir en forma de suplementos dietéticos que contienen solo vitamina D o vitamina D combinada con algunos otros nutrientes. Las dos formas de vitamina D disponibles en suplementos son D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol).
De todos modos, antes de consumir algún alimento o suplemento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.