Para nadie es un secreto que el consumir de forma desmedida azúcar en su propio estado o como ingrediente en una gran cantidad de alimentos y productos tarde o temprano le traerá consecuencias muy negativas a la salud.

Sin embargo, a pesar de que se tiene conocimiento de los graves afectos del azúcar en el organismo, las personas lo consumen cada vez más y más. Ingerir azúcar se convirtió en la actualidad en una práctica más que normal.

Cuando se consume azúcar en exceso, los niveles de glucosa en la sangre se elevan en valores poco saludables, lo cual aumenta el riesgo padecer una enfermedad como la diabetes o ser más susceptible a ataques al corazón.

Por eso, los profesionales de la salud han recomendado desde hace mucho tiempo limitar la ingesta de esta sustancia. Esto se puede hacer evitando agregar azúcar a bebidas naturales y no consumiendo bebidas carbonatadas y alcohólicas, y productos sintéticos y ultra-procesados.

Azúcar libre. | Foto: Getty Images

Cuando esto no se aplica y se sigue consumiendo en exceso un alimento como el azúcar, el cuerpo empieza a advertir de diferentes maneras esta ingesta desmedida. El portal Todo Para Ellas reseña cuatro indicadores:

1. Aumentar de peso. “Para asimilar el azúcar, el cuerpo debe transformarlo en grasa. Resultado: almacenamos más grasa cuando comemos azúcar”, inicia explicando el sitio.

2. Sufrir desequilibrios hormonales. “Síndrome premenstrual pronunciado, síntomas molestos de la menopausia, trastornos de la tiroides, pubertad precoz, hay muchas manifestaciones de desequilibrio hormonal. Una dieta alta en azúcar favorece este tipo de problemas”.

3. La piel se pone grasa y salen granos. “Cuanto más azúcar comas, mayor será el nivel de insulina. Esto tiene el efecto de estimular la secreción de sebo”.

Los niveles altos de azúcar en la sangre ocurren cuando el cuerpo no puede transportar eficazmente el azúcar de la sangre a las células. | Foto: Foto: Getty Images.

4. Se siente cansancio. “En el momento, el azúcar proporciona un impulso. Pero después, esta energía cae y nos sentimos faltos de energía. Como resultado, cada vez es más difícil sentirse activa”, complementa el sitio.

Algunos síntomas de la diabetes

Especialistas de Mayo Clinic indican que los síntomas más frecuentes cuando se registra esta enfermedad son los siguientes:

  • Aumento de la sed: la sed excesiva y el aumento de la orina son signos y síntomas comunes de la diabetes. Cuando la persona tiene esta enfermedad, el exceso de glucosa se acumula en la sangre. Los riñones deben trabajar horas extras para filtrar y absorber el exceso de glucosa.
  • Pérdida de peso: cuando se pierde glucosa a través de la micción frecuente, también se van las calorías. Al mismo tiempo, la diabetes puede impedir que la glucosa de los alimentos llegue a las células, lo que provoca un hambre constante. El efecto combinado puede causar pérdida de peso rápida, en especial, con la diabetes tipo 1.
  • Visión borrosa: los síntomas de la diabetes a veces involucran la visión. Los niveles altos de glucosa en la sangre extraen líquido de los tejidos, incluidos los cristalinos de los ojos. Esto afecta la capacidad de enfocar los objetos. Si no se trata, la diabetes puede hacer que se formen nuevos vasos sanguíneos en la retina y dañar los vasos sanguíneos establecidos. Para la mayoría de las personas, estos cambios tempranos no causan problemas de visión. Sin embargo, si estos progresan sin ser detectados, pueden ocasionar pérdida de la visión y ceguera.
La alimentación es uno de los aspectos claves que deben controlar los pacientes de diabetes. | Foto: vgajic | Getty Images
  • Llagas de curación lenta o infecciones frecuentes: los niveles altos de glucosa en la sangre pueden provocar un flujo sanguíneo deficiente y perjudicar el proceso de curación natural del cuerpo. Debido a esto, las personas con diabetes pueden notar úlceras de curación lenta, especialmente en los pies.
  • Hormigueo en manos y pies: demasiada glucosa en la sangre puede afectar el funcionamiento de los nervios. La persona puede notar hormigueo y pérdida de sensibilidad (entumecimiento) en las manos y pies, al igual que dolor ardiente en los brazos, manos, piernas y pies.