La marihuana es uno de los alucinógenos de origen natural más conocidos en todo el mundo. Proviene de una hierba que tiene el mismo nombre y es utilizada para fines que van desde recreativos hasta medicinales. A pesar de que su consumo es cada vez más abierto, la ciencia continúa alertando sobre los efectos nocivos que puede tener en el cuerpo.
Aproximadamente 200 millones de personas consumieron cannabis en 2019, lo que representa el 4% de la población mundial, según cifras entregadas por Organización de Naciones Unidas (ONU). Por lo que además se estima que el número de consumidores de cannabis ha aumentado casi un 18% en la última década.
Hay quienes aseguran que la marihuana no genera ningún tipo de adicción debido a que es un producto natural; sin embargo, la ciencia ha demostrado lo contrario, según el portal experto en temas de salud MedlinePlus, si se presenta un consumo elevado de la droga es posible que se genere una dependencia.
“Después de usar marihuana por un tiempo, es posible volverse adicto a ella. Es más probable que se vuelva adicto si consume marihuana todos los días o si comenzó a usarla cuando era un adolescente. Si es adicto, tendrá una fuerte necesidad de consumir la droga, también es posible que necesite fumar más y más para obtener el mismo efecto”, señala.
Lo que hace tan atractivo el consumo de marihuana en los consumidores son los efectos que genera al poco tiempo de consumirla. Dentro de los efectos inmediatos se encuentran el impacto en el pensamiento, las emociones, la noción del tiempo, la coordinación y el aprendizaje.
Todo en un cúmulo de sensaciones denominado por los mismos consumidores como un “viaje” que incluso cumple un papel fundamental en algunas culturas y religiones.
Sin embargo, el consumo de la marihuana más allá de la importancia cultural que se le ha venido dando, tiene un impacto directo en la función del cerebro a corto y largo plazo. Dicho impacto se genera especialmente en las áreas del órgano encargadas de las funciones emocionales, de memoria, la reacción y el aprendizaje.
Las advertencias de los científicos se dividen en las diferentes etapas de vida, por ejemplo, cuando el consumidor es una persona mayor de edad tiene una mayor posibilidad de tener problemas con la atención y la memoria, así lo explica el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC).
“El consumo de marihuana antes de los 18 años de edad puede afectar la forma en que el cerebro crea las conexiones para funciones tales como la atención, la memoria y el aprendizaje. Los efectos de la marihuana en la atención, la memoria y el aprendizaje pueden durar mucho tiempo o incluso ser permanentes”, expone.
Además, señala que el consumo en mujeres embarazadas podría derivar en problemas de atención, memoria, capacidad para resolver problemas y comportamiento en el futuro niño. Esto como consecuencia de los efectos dañinos de la marihuana y del tetrahidrocanabinol.
Los efectos negativos del cannabis no paran ahí, ya que la salud mental también podría verse muy comprometida. Investigaciones previas revelan cómo afectan los receptores del cerebro involucrados con la recompensa y la motivación, alterando el desempeño de las personas en sus trabajos o estudios al sentirse menos alentadas en su día.
No todo es malo en la marihuana, gracias a sus propiedades naturales la medicina alternativa ha podido extraer sus bondades para que sean aplicadas en el tratamiento de diversas enfermedades. Diversidad de países en el mundo acoplaron sus políticas de uso de la marihuana para que la medicina tenga mejores herramientas de tratamiento.