Es una medida ideal para mitigar los síntomas de la migraña (enfermedad neurológica que provoca un dolor muy intenso y punzante en uno o los dos lados de la cabeza y suele acompañarse de náuseas y molestia excesiva al ruido o al sonido y sensibilidad extrema a la luz). Tal es el nivel del dolor, que a muchos los inhabilita.

Los pacientes con migraña sufren dolor intenso en el centro o extremos de la cabeza.

La migraña suele aparecer por primera vez en la pubertad y suele afectar en mayor medida al grupo de edad comprendido entre los 35 y 45 años.

La eficacia determinante que aporta el deporte a este padecimiento se hace visible en diferentes estudios. Una investigación que comprobó esta teoría tiene como título Exercise as Migraine Prophylaxis: A Randomized Study Using Relaxation and Topiramate as Controls (en español Ejercicio como profilaxis de la migraña: un estudio aleatorizado que utiliza la relajación y el topiramato como controles) fue publicada por especialistas de la Universidad de Gotemburgo (Suecia).

Los investigadores dividieron a 91 pacientes en tres grupos: uno realizó ejercicio físico, otro, sesiones de relajación, y el tercero tomó medicamentos.

Entre los hallazgos más significativos está que, luego de un mes, hubo una disminución de ataques de migraña del 0,93 en el grupo que hizo ejercicio, 0,83 en el grupo que hizo actividades de relajación y un 0,97 en el grupo que usó medicamentos.

Pese a que las diferencias entre un grupo y otro no son muy significativas, el ejercicio resulta una muy buena opción de tratamiento no farmacológico para la migraña.

Es importante tener en cuenta que una actividad repentina o un ejercicio muy intenso también pueden provocar que se intensifique el dolor.

Según el portal Healthline, “acciones como darse vuelta rápidamente, girar la cabeza repentinamente o inclinarse pueden desencadenar o agravar los síntomas de la migraña”.

Sin embargo, actividades de bajo impacto como caminar, hacer pilates, ciclismo o yoga permiten estar relajado y mantener un estilo de vida saludable.

Para practicar estos ejercicios, es recomendable acudir a un instructor para que dé las indicaciones correctas y revise la postura para evitar tensión en la cabeza, el cuello o en los hombros y así reducir el riesgo de sufrir un episodio de migraña.

Los investigadores concluyeron que el ejercicio de bajo impacto:

- No tiene efectos adversos a la salud (como sí lo pueden tener los fármacos).

- Es de fácil acceso.

- Alivia el estrés: que suele ser un desencadenante común de la migraña.

- Mejora el estado de ánimo.

- Ayuda a conciliar el sueño: el insomnio/sueño insuficiente también es un factor de riesgo que puede desencadenar episodios de migraña.

- Puede reducir el dolor de la migraña.

- Puede ayudar a reducir la obesidad: que es otro factor de riesgo de la migraña.

- Mejora el estado de salud general y calidad de vida del paciente.

Estar adecuadamente hidratado y comer antes del entrenamiento, así sea algo ligero que proporcione el combustible que el cuerpo necesita para superar el esfuerzo, son otras dos recomendaciones para que el ejercicio sea una estrategia efectiva para combatir la migraña.