La insuficiencia renal es una enfermedad que se presenta cuando los riñones pierden la capacidad de filtrar los desechos de la sangre. Si esta situación se da, es posible que haya una acumulación nociva de sustancias que ocasione cambios en la composición química de la misma.
Los riñones en una buena condición de salud evitan la acumulación de toxinas y el exceso de líquidos en el organismo, además de que equilibran las sales y los minerales en la sangre, como el calcio, fósforo, sodio y potasio. Los riñones también producen hormonas que ayudan a controlar la presión arterial, generan glóbulos rojos y mantienen los huesos fuertes.
Cuando estos órganos no funcionan bien, es posible que se eleve la presión arterial, por ejemplo. De igual forma, en ocasiones se retiene el exceso de líquidos y no se producen suficientes glóbulos rojos, los cuales contienen una proteína llamada hemoglobina, que transporta oxígeno desde los pulmones a todas las partes del cuerpo.
El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos asegura que los síntomas de la insuficiencia renal pueden comenzar tan lentamente que la persona no se da cuenta de inmediato, pero a medida que avanza, la función renal disminuye y el paciente puede presentar los siguientes síntomas.
- Hinchazón, generalmente en las piernas, los pies o los tobillos.
- Dolores de cabeza.
- Picazón.
- Sentir cansancio durante el día y tener problemas para dormir por la noche.
- Sentirse mal del estómago, perder el sentido del gusto, sentirse inapetente o adelgazarse.
- Producir poca o nada de orina.
- Sentir calambres musculares, debilidad o entumecimiento.
- Sentir dolor, rigidez o líquido en las articulaciones.
- Sentirse confundido, tener problemas de concentración e inconvenientes con la memoria.
¿Cuál es el color de la orina?
Cuando las personas presentan problemas con sus riñones o algunas infecciones de las vías urinarias pueden producir una orina de color marrón oscuro, según el instituto de investigación Mayo Clinic. En el caso puntual de los cálculos renales, puede ocasionar que la orina se vea opaca o turbia.
Si bien normalmente la orina no tiene el mismo color, se caracteriza por ser de un tono claro. Esto depende mucho de la cantidad de agua que la persona consuma, de los alimentos o de si toma algún tipo de medicamento.
La mencionada fuente asegura que el color normal de la orina varía de amarillo claro a ámbar oscuro, y es el resultado de un pigmento llamado urocromo y de qué tan diluida o concentrada está la orina. Los alimentos como la remolacha, las moras y las habas pueden producir un color rosa o rojo, por ejemplo. Además, algunos medicamentos pueden darle tonos como naranja o azul verdoso.
Factores de riesgo
Cualquier persona puede desarrollar insuficiencia renal, pero existen diversos factores que aumentan la probabilidad de que esto se presente.
- Tener edad avanzada (60 años o más).
- Antecedentes familiares de insuficiencia renal.
- Ser diabético.
- Padecer infecciones crónicas, infección por VIH o trastornos inmunológicos.
- Haber ingerido durante mucho tiempo medicamentos que pueden dañar los riñones.
Los expertos aseguran que si los riñones fallan, se requiere un tratamiento para reemplazar las funciones con las que estos órganos cumplen normalmente. Las opciones son diálisis o un trasplante renal. Cada una de estas alternativas tiene sus beneficios y desventajas.
Independientemente del tratamiento que el paciente escoja, deberá hacerle algunos cambios a su estilo de vida, incluyendo el tipo de alimentación y también planificar las actividades a realizar con la idea de tener una vida plena y activa.