En todo el mundo, por lo menos 2.200 millones de personas padecen deficiencia visual, y de ellas, por lo menos 1.000 millones tienen una deficiencia visual que podría haberse evitado o que aún no se ha tratado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Según las previsiones, la necesidad mundial de atención ocular aumentará notablemente en las próximas décadas, lo que supondrá un reto considerable para los sistemas de salud”, señaló la OMS.

Por tal razón, según un estudio de la Universidad de Burdeos las personas deben llevar una dieta rica en frutas, vegetales, cereales, aceite de oliva y pescado graso o más conocida como dieta mediterránea con el fin de fortalecer la visión.

Sin embargo, el consumo de frutas y verduras en la mayoría de los países del mundo aún no alcanza el mínimo diario de 400 gramos per cápita recomendado por la FAO y la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).

Por su parte, de acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (Anibes), consumir frutas es fundamental para prevenir enfermedades, ya que estas contienen nutrientes esenciales para el organismo como fibra y minerales.

La composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios, pero tenga en cuenta consultar a un experto para que lo guíe.

De igual forma, los nutricionistas recomiendan mezclar alimentos de distintos colores, porque así la persona asegura que toma diferentes tipos de nutrientes. Cuantos más colores haya, más nutrientes va a tener un plato y si son frescos aún mejor.

Algunos de los alimentos que son buenos para la visión son: los huevos, el aceite de oliva, el brócoli, las zanahorias, los tomates, las espinacas, las fresas, los frutos del bosque, los frutos secos, los pescados azules, entre otros.

Hay que señalar que es importante llevar a la mesa productos que aporten variedad de sustancias que, a lo largo tiempo, traigan beneficios importantes para la salud.

De hecho, la organización dijo que el sedentarismo creciente y los hábitos alimentarios poco saludables), están aumentando el número de personas con afecciones oculares y deficiencia visual.

Por su parte, desde el momento del nacimiento, la visión es fundamental para el desarrollo del niño. Para los bebés, reconocer visualmente y responder a sus padres, familiares y cuidadores facilita el desarrollo cognitivo y social y el crecimiento de las habilidades motoras, la coordinación y el equilibrio, según la OMS.

Asimismo, señala que, desde la primera infancia hasta la adolescencia, la visión permite acceder fácilmente a los materiales de aprendizaje y es fundamental para los logros educativos. La visión sustenta el desarrollo de habilidades sociales para forjar amistades, fortalecer la autoestima y mantener el bienestar. También es importante para la participación en actividades deportivas y sociales que son esenciales para el desarrollo físico, la salud mental y física, la identidad personal y la socialización.

De igual forma, explicó que, en la edad adulta, la visión facilita la participación en la fuerza de trabajo, contribuyendo a los beneficios económicos y a un sentido de identidad. También contribuye al disfrute de muchas otras áreas de la vida que a menudo están concebidas en torno a la capacidad de ver, como los deportes o las actividades culturales.

Más adelante en la vida, la visión ayuda a mantener el contacto social y la independencia y facilita el cuidado de otros aspectos de la salud. La visión también ayuda a mantener la salud mental y los niveles de bienestar, que son más altos entre las personas con buena visión.