De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la diabetes es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores”, en la cual hábitos saludables como un plan de alimentación rico en frutas y verduras, actividad física y restricción de consumo de tabaco son importantes para que no se desarrolle diabetes tipo 2.
Sin embargo, es crucial entender el funcionamiento del cuerpo de una persona con diagnóstico de diabetes, porque muchas son las afecciones subyacentes que presenta o las complicaciones tras un tratamiento no adecuado. Por ejemplo, el síntoma principal de un diabético es la fatiga, luego se desarrollan otros como úlceras que no cicatrizan fácilmente, micción frecuente, hormigueo en las extremidades, entre otras.
Enfermedades cardíacas asociadas con diabetes
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aseguran que una persona con diabetes suele tener enfermedades cardiacas, tales como:
- Insuficiencia cardiaca: la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, MedlinePlus, señala que es una afección en la cual el corazón ya no puede bombear sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo de forma eficiente.
- Accidente cerebrovascular: de acuerdo con la Clínica Mayo, un accidente cerebrovascular ocurre cuando el cerebro deja de recibir sangre y sus células empiezan a morir. Es de tal importancia actuar de manera inmediata para impedir daños mayores en él.
“Si el accidente es muy intenso, puede ocasionar la muerte de forma inmediata. Según la OMS, el 80 % de los AVC prematuros son prevenibles”, asegura la organización internacional en un artículo publicado en el año 2020.
Todo lo anterior puede ocurrir por los altos niveles de glucosa (diabetes) en la sangre que causan daños en los vasos sanguíneos y en todas aquellas conexiones que se relacionan con el corazón, por lo que los CDC aseguran que una persona con diabetes también puede verse afectada por:
- Niveles altos de triglicéridos: MedlinePlus, los define como un “tipo de grasa” que se encuentra en la mantequilla, los aceites y otras grasas que son frecuentemente consumidas, por lo que no se recomienda que hagan parte de una dieta saludable.
- Hipertensión: el National Institute on Aging (NIH) explica que la presión arterial “es la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes arteriales”. Cuando está en niveles altos se llama hipertensión y bajos, hipotensión. Aunque ninguna persona está exenta a sufrir estas afecciones, muchos son los factores de riesgo que incrementan las posibilidades de que se desarrolle, como por ejemplo, la llegada de la menopausia en las mujeres.
- Colesterol LDL: The Texas Heart Institute puntualiza que el colesterol (HDL) es un lípido que se encuentra en todas las células del cuerpo, producido por el hígado, para que cumpla con sus funciones dentro de la formación de las membranas celulares; cuando el colesterol (LDL) se acumula en la sangre, impide el flujo sanguíneo e incrementa el desarrollo de problemas cardíacos.
¿Cómo reducir el riesgo de diabetes?
Aunque no es posible revertir la diabetes, quizá, se puede prevenir esta afección con hábitos saludables como:
- Ejercicio: los CDC aseguran que las rutinas físicas no solo disminuyen las probabilidades de un mal funcionamiento del corazón, sino que le permiten al cuerpo ser más sensible a la insulina, evitando el desarrollo de diabetes tipo 2.
- Dieta balanceada: es importante evitar el consumo de alimentos ricos en azúcar y grasas trans porque estos inciden en el desarrollo de muchas afecciones. Sin embargo, las frutas y las verduras -como se indicó más adelante- son indispensable para mitigar el riesgo de diabetes.
- Peso adecuado: la entidad señala que cuando hay una pérdida de peso, los niveles de los triglicéridos disminuyen.