El azúcar, junto a la sal y el arroz, es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial. Se obtiene a través de la caña. Muchas marcas la comercializan. Se encuentra fácilmente en cualquier supermercado de barrio o almacén de cadena. Se puede ingerir en su propio estado o como compuesto en diversos productos.
El consumo en exceso de esta sustancia sube los niveles de la glucosa en la sangre. Esto aumenta el riesgo de padecer una enfermedad crónica y metabólica como la diabetes. La diabetes daña el corazón, los riñones, los ojos y los vasos sanguíneos. El aumento de la sed, la micción frecuente, el hormigueo en las manos y en los pies, y la debilidad, son algunos de sus síntomas.
Por su parte, el cáncer “es el crecimiento descontrolado de células anormales en el cuerpo. Las células cancerosas también se denominan células malignas. El cáncer se origina de células en el cuerpo. Las células normales se multiplican cuando el cuerpo las necesita, y mueren cuando se dañan o cuando el cuerpo ya no las necesita”, explica Medline Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
“El cáncer se presenta cuando el material genético de una célula cambia. Eso provoca que las células crezcan fuera de control. Las células se dividen demasiado rápido y no mueren de la manera normal. Existen muchos tipos diferentes de cáncer. Puede aparecer en casi cualquier órgano o tejido, como el pulmón, el colon, los senos, la piel, los huesos o el tejido nervioso”, agrega la entidad.
En cuanto al sistema inmune, este es un aparato que comprende una red de órganos, tejidos y células. Tener un sistema inmune fuerte es de vital importancia para prevenir enfermedades de tipo respiratorio como, por ejemplo; la gripa, la bronquitis y la neumonía.
Por lo tanto, se puede inferir que tener un sistema inmune débil aumenta el riesgo de contraer las enfermedades mencionadas y otras más. También es oportuno hacer hincapié que el sistema inmune se puede debilitar por un déficit de vitaminas.
Existe un alimento de origen vegetal que tiene la capacidad de regular el azúcar o glucosa en la sangre, prevenir el cáncer y fortalecer el sistema inmune. Se trata de la acelga, una de las verduras más saludables que existen.
Beneficios de la acelga
“La acelga, debido a su contenido de fibras insolubles, ayuda a regular el azúcar en sangre, ya que permite una absorción más lenta del azúcar a nivel intestinal. Además de eso, la acelga es rica en antioxidantes y otros compuestos que ayudan a disminuir la glucemia, siendo una excelente opción para personas que sufren de diabetes y de resistencia a la insulina”, afirma el sitio web portugués Tua Saúde.
Asimismo, la plataforma digital indica que un alimento de origen vegetal como “la acelga es rica en compuestos antioxidantes, los cuales evitan el daño que causan los radicales libres a las células, previniendo el desarrollo del cáncer”.
De igual manera, es necesario destacar que la acelga, al ser rica en vitamina C, vitamina A y selenio, tiene la capacidad de fortalecer y mejorar la respuesta del sistema inmune, por lo que previene diversas enfermedades de tipo respiratorio.
Pero, ¿cómo se debe consumir un alimento como la acelga para aprovechar todos estos beneficios? Pues bien, este alimento de origen vegetal, para aprovechar de la mejor manera posible todos sus nutrientes, se debe comer o ingerir propio estado, es decir, en crudo. Por lo tanto, se puede comer directamente o como ingrediente en diferentes tipos de ensaladas.