El envejecimiento es un proceso natural e inevitable de la vida. Surge por una acumulación de daños celulares y moleculares.
Son muchos los cambios que se producen con la llegada de la vejez, la cual, como tal, empieza a los 60 años. Uno de los más comunes es la aparición de las canas. Estas salen por la pérdida de melanina en el cabello.
Otra muy usual es el surgimiento de las arrugas. Este cambio en especial surge por la pérdida de una proteína como el colágeno. El colágeno tiene la capacidad de mantener la elasticidad de la piel. Las arrugas son rechazadas por algunas personas en Colombia y en distintas partes del mundo.
“El envejecimiento se entiende como un proceso continuo, multifacético e irreversible de múltiples transformaciones biopsicosociales a lo largo del curso vital, que no son lineales ni uniformes y solo se asocian vagamente con la edad de una persona en años. Estos cambios están influenciados por factores epigenéticos y por la toma de decisiones acumuladas del individuo; además, por las condiciones sociales, económicas, ambientales y políticas del entorno en que tiene lugar el desarrollo humano y que, en conjunto, permiten predecir bienestar y un buen funcionamiento físico y mental o pérdidas y enfermedad”, dice el Ministerio de Salud y Protección Social.
A su vez, incluye: “El envejecimiento no solo comprende los inevitables efectos biológicos y fisiológicos ocasionados por los daños moleculares y celulares, sino la adaptación paulatina a nuevos roles y posiciones sociales, transiciones vitales y del propio crecimiento psicológico, con manifestaciones heterogéneas de una persona a otra”.
Como la vejez es una etapa de la vida tan temida, es muy habitual que algunas personas recurran a diferentes alternativas para retrasar su surgimiento. Precisamente, una de las mejores estrategias está relacionada con la dieta alimenticia.
En este sentido, es oportuno hacer hincapié que uno de los alimentos o productos más utilizados para detener el envejecimiento prematuro es la gelatina, la cual es consumida en forma de postre, por muchas familias a nivel mundial.
“La gelatina es conocida por su capacidad para mejorar la salud y apariencia de la piel. Estudios, como el publicado en Nutrition Journal, indican que el colágeno en la gelatina puede contribuir significativamente a la elasticidad y la hidratación de la piel”, afirma la plataforma digital La Vida Lúcida.
Sobre su consumo, el sitio web portugués Tua Saúde dice: “Una buena opción es emplear la forma en polvo sin sabor o la hoja de gelatina, que son opciones de origen animal, pero más naturales, sin colorantes, sin azúcares y ricas en proteínas, y se pueden preparar agregando frutas como manzanas, fresas, melocotón o piña en trozos en el agua caliente, antes de preparar la gelatina, tornándola aún más nutritiva”.
Los especialistas en el tema recomiendan consumir una taza de gelatina al día. Esta se puede ingerir después de alguna de las principales comidas del día. Su ingesta debe ser moderada, sin llegar a un exceso. Si se va a comer por primera vez, su médico la debe autorizar.
Más beneficios de la gelatina
Tua Saúde resalta más beneficios de la gelatina. Estos son:
- Evita “la formación de celulitis”.
- Fortalece las uñas.
- Tiene la capacidad de aumentar el crecimiento y el brillo del cabello.
- Aumenta “la sensación de saciedad”.
- Ayuda a regular el funcionamiento del intestino.
- Combate el estreñimiento.
- Fortalece “los huesos y las articulaciones, siendo excelente para combatir enfermedades como la osteoporosis y la osteoartritis”, concluye el portal Tua Saúde.