La manzana es una fruta originaria de Europa y Asia y además de su delicioso sabor tiene muchas propiedades que ayudan a una buena salud.
Existe una amplia variedad de este fruto en el mundo como la manzana amarilla o golden, que es jugosa y muy dulce, utilizada en repostería; la reineta, de sabor ácido, ideal para cocinar platos salados; bicolor (fuji) crujiente y perfecta para consumir en crudo y la roja, que se caracteriza por su base picuda y su intenso color rojizo; queda muy bien en ensaladas.
De acuerdo con el portal Cuerpo mente, entre los valores nutricionales de esta fruta, por cada 100 gramos de manzana fresca se encuentran: Calorías: 52 kcal, proteínas: 0,3 g, grasas: 0,2 g, hidratos de carbono: 14 g y fibra: 2,4 g.
Además de poseer vitaminas, contiene pectina, que es un tipo de fibra soluble que no se absorbe en el intestino, retiene el agua y se convierte en un gel que actúa como una emulsión que absorbe desechos en el intestino y facilita la eliminación de toxinas con las heces.
Igualmente, “aporta ácidos orgánicos únicos que representan entre el 1 % y el 1,5 % del peso de la manzana y que producen al metabolizarse un efecto alcalinizante (antiácido) en la sangre y los tejidos (la acidez favorece la inflamación y la aparición de enfermedades como el cáncer)”.
Además, esta fruta ayuda a renovar la flora intestinal, evita las fermentaciones y actúa como dentífrico natural. Igualmente, es rico en taninos, que son astringentes y antiinflamatorios.
Otro de los aportes son las vitaminas, especialmente la C. Una manzana puede cubrir el 30 % de las necesidades diarias de esta vitamina. En cuanto a minerales, la presencia de boro, facilita la asimilación del calcio y el magnesio, por lo que contribuye a prevenir la osteoporosis.
También aporta algo de vitamina E (0,32 mg/100 g), potasio (140 mg) y fósforo (10 mg), todo ello en pequeña proporción.
Beneficios
Un estudio realizado por la Universidad de Florida permitió determinar que la manzana reduce hasta en un 23 % el nivel de colesterol malo lo que evita que se deposite en las paredes las arterias, mientras que aumenta en un 4 % los niveles de colesterol bueno, debido a la presencia de flavonoides.
Adicionalmente, tiene propiedades diuréticas, que favorece la eliminación de líquidos en el organismo y evita que algunos de ellos se acumulen en zonas concretas del cuerpo, por ejemplo brazos, cuello, abdomen y piernas, entre otras.
Igualmente, cumple un papel importante en la hidratación del cuerpo, ya que casi el 80% de su composición es agua.
Una investigación publicada por el North Carolina Department, debido a sus propiedades antioxidantes puede prevenir algunos tipos de cáncer, como por ejemplo el de colon o el de pulmón.
La manzana ayuda a regular los niveles de grasas en el organismo, por lo que es beneficioso para la reducción del peso y contribuye a prevenir enfermedades de tipo degenerativo como la diabetes y la hipertensión arterial.
Aunque las propiedades de esta fruta no benefician específicamente la vista si lo hacen de forma indirecta, debido a que retarda la absorción de carbohidratos, evitando los picos de insulina y, por lo tanto, prevenir enfermedades degenerativas como la diabetes.
Como se sabe esta es una de las causas principales de problemas que afectan nuestra visión. La Asociación Americana de Diabetes considera que es importante el consumo de una manzana al día.
Así mismo, mejora la calidad de la sangre que irriga la zona ocular, ya que regula el nivel de colesterol en la sangre, protege el corazón y el aparato cardiovascular que también riega partes tan importante del ojo como la retina.
Estudios han determinado que esta fruta activa las funciones cerebrales, que son indispensables para garantizar un buen funcionamiento del aparato ocular.
Finalmente, por su efecto saciante, a largo plazo, puede ayudar a reducir el consumo de alimentos con altos niveles de grasa o azúcares, que pueden ser una fuente de enfermedades que deriven en problemas visuales.