La presión arterial es la fuerza de la sangre al empujar contra las paredes de sus arterias. Cada vez que el corazón late, bombea sangre hacia las arterias; pero cuanta más presión hay, el latido crece peligrosamente.
Como tal, los expertos de MedlinePlus señalan que la presión arterial alta no tiene síntomas. Por lo tanto, la única forma de comprobar si uno tiene es mediante chequeos de control ante un especialista de salud con la aplicación de mediciones en distintos estados.
Hay dos tipos principales de presión arterial alta: primaria y secundaria. La número uno consta del modo más común, debido a que se desarrolla acorde a la edad adulta. En cambio, el otro tipo es causado por otra condición médica o ingesta de determinados medicamentos. Por lo general, mejora al tratarse la causa o al dejar de tomar los fármacos responsables.
Los expertos indican que la presión arterial alta es un factor de riesgo que no debe tomarse a la ligera. El hecho que el corazón bombee más sangre y con mayor esfuerzo, implica que un ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca o renal sean más probables que en condiciones normales.
Por lo tanto, el tratamiento es vital a la hora de regular los niveles de presión arterial. Dependiendo del desarrollo que tenga esta situación y las razones responsables, los especialistas de salud llevarán a cabo el respectivo proceso para restaurar correctamente la salud del corazón, venas y arterias.
La presión arterial puede aumentar a la par de ganar kilos. Tener sobrepeso provoca una alteración respiratoria al dormir (apnea del sueño), que incrementa incluso más la presión arterial. En ese orden de ideas, bajar de peso no de los cambios en el estilo de vida más eficaces para controlar la presión arterial.
Así como se deben evitar determinados alimentos, también hay que hacer la anotación que ciertas preparaciones ayudan a bajar de peso y regular los niveles de presión arterial. Entre la variedad de los presentes en el mercado se destaca la avena, uno de los cereales más saludables de todos.
El consumo de avena puede ayudar a controlar los niveles de presión sanguínea, ya que esta contiene una gran cantidad de fibra, la cual reduce sensiblemente los niveles del llamado colesterol malo, que tiene una gran incidencia en la elevación de la presión.
Con base en la información del informe ‘Tratamiento no farmacológico de la hipertensión arterial’, el cual tomó en cuenta a 400 adultos sanos que consumieron este cereal; los investigadores encontraron que la presión arterial fue más baja cuando los participantes comieron alrededor de 60 gramos de copos de avena (una media taza de avena cruda envasada) o 25 gramos de salvado de avena por día.
A nivel interno, la ingesta de este cereal generó que por cada cuatro gramos de consumo, el cuerpo obtuvo mayor cantidad de beta-glucano, un tipo de fibra que reduce significativamente los índices de presión arterial.
La avena también es buena para regular los niveles de colesterol, lípido que tiene una gran incidencia en la condición de la sangre. Las hojuelas de este producto tienen un efecto antihipercolesterolémico; es decir, que tienen la capacidad de eliminar este tipo de grasa de la sangre, limpiando aquella que se acumula en las paredes de las arterias, evitando la formación de placas.
Para sacarle provecho, las variedades culinarias son inmensas. Sea bajo su consumo único o como acompañante de cualquier otro alimento, la avena se destaca por ser versátil en los platillos.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, ya que las anteriores recomendaciones de ninguna manera sustituyen la asesoría médica.