Las hierbas o plantas medicinales siguen siendo utilizadas como remedio alternativo y natural que porta innumerables propiedades y beneficios para la salud del organismo, entre los que se destacan el alivio de la congestión nasal, la limpieza de los pulmones, la expulsión de flemas y demás, permitiendo que se fortalezca el sistema respiratorio, previniendo enfermedades que afectan las vías respiratorias.
Una de las más conocidas es el eucalipto, la cual ha sido usada como base incluso para fármacos químicamente procesados. Es una fuente rica de magnesio, cobre, fósforo, calcio, azufre y sodio. Además, cuenta con un alto contenido en vitaminas A, C, D y en especial las del grupo B, entre esas la tiamina, riboflavina y niacina.
En particular, el té de esta hierba ha sido utilizado durante mucho tiempo como una bebida recomendada para combatir los resfriados. Esto se debe a que contiene sustancias con propiedades antiespasmódicas, antimicrobianas, antisépticas y descongestionantes, las cuales pueden ayudar en el tratamiento de afecciones como la sinusitis o los resfriados.
De acuerdo con el portal Arahi, el nombre botánico de esta planta es Eucalyptus globulus y es nativo de Australia y Tasmania. Tiene más de 400 subespecies y tanto el aceite, como las hojas sean secas o verdes, se usan para elaborar infusiones o vahos, que son utilizados como remedios naturales desde hace siglos.
¿Cómo preparar el eucalipto?
Infusiones o tés
Ingredientes
- 1 cucharada de hojas picadas de eucalipto.
- 150 ml de agua.
Preparación
- Agregar las hojas picadas de eucalipto en el agua hirviendo durante un minuto.
- Apagar el fuego, tapar y dejar reposar por alrededor de cinco minutos.
- A continuación, colar y beber una taza de té dos o tres veces al día.
De forma tópica
Los baños calientes con hojas de eucalipto están recomendados para aliviar los síntomas de la artritis y el reuma, ya que son muy buenos para calmar los dolores de articulaciones propios de estas enfermedades.
Además, puede ser usado en aceites, lo cual ayuda a estimular la inmunidad, mejorando la función de las células de defensa, las células blancas, específicamente macrófagos y monocitos, y aumentando su capacidad para combatir infecciones. La principal propiedad curativa del eucalipto está vinculada con el tratamiento de enfermedades que afectan el sistema respiratorio, como rinitis, catarros, gripe, asma, bronquitis y faringitis.
Inhalándolo
El té de eucalipto también puede ser usado en forma de inhalación, preparado con hojas frescas de eucalipto, o utilizado como enjuague bucal para el mal aliento, “ayudando a eliminar la mucosidad y aliviando la inflamación de garganta y cura infecciones en vías respiratorias”, según reseñó el Portal de Gobierno chiapas.gob.mx.
Contraindicaciones de su consumo
El portal ecologiaverde.com, “el eucalipto tiene una toxicidad moderada, así que su consumo interno debe ser con mesura para no sufrir los efectos secundarios. Esto sucede especialmente con el aceite esencial, que es un concentrado muy potente. Entre los síntomas que se perciben por la sobredosis está el vómito, la irritación gástrica y, en casos severos, puede llevar a paro respiratorio”.
Expertos recomiendan no utilizarlo si se padece inflamaciones gastrointestinales, problemas de las vías biliares o insuficiencia hepática. Si no se acude a él en dosis correctas, puede reducir más de lo debido la glucosa en el organismo.
Como causa sueño, si se ingiere por vía oral, no se recomienda su consumo si van a realizarse actividades que requieran concentración. Por lo que el uso del eucalipto está contraindicado para: mujeres embarazadas y niños; personas alérgicas al aceite esencial de árbol de té deben evitarlo por efecto de alérgenos cruzados, y al ser estimulante del hígado, debe evitarse en personas con problemas hepáticos y que tomen medicamentos para ello.