Una de las afecciones más recurrentes es el desequilibrio en los niveles de azúcar, mismos que pueden desencadenar diferentes patologías. Para mantener su control, en principio, es elemental una valoración médica: los controles de rutina periódicos no están de más, así no haya síntomas inmediatos de alguna anomalía en el organismo.

Inicialmente hay que identificar la diferencia entre hiperglucemia e hipoglucemia. El primer concepto alude a un aumento en los niveles de glucosa en la sangre y se manifiesta cuando el cuerpo no es capaz de producir suficiente insulina, así como cuando este no tiene una respuesta ‘óptima’ a las señales que la insulina transmite, explica MedlinePlus.

Entre sus principales síntomas se encuentra la visión borrosa, sensación de debilidad, mayor sed, una necesidad mayor a la habitual para ir al baño y resequedad en la piel (esta última aparece cuando hay carencia de agua y aceite). Cuando no se atiende, la hiperglucemia puede derivar en que tanto la orina como la sangre acumulen ácidos tóxicos, siendo algunos signos la falta de aire, pérdida de conocimiento, dolor en el abdomen y sequedad en la boca.

La alimentación, el peso corporal, la actividad, y el estrés, son algunos factores para tener en cuenta al momento de mantener los niveles de azúcar en la sangre. Foto: GettyImages. | Foto: Gettyimages

Por su parte, la hipoglucemia refiere a una concentración de glucosa menor a la normal; por ejemplo, menor a 70 miligramos por decilitro. National Institutes of Health señala que el número puede variar en cada individuo, por lo cual es necesaria una evaluación aparte para poder determinarlo. Sus síntomas abarcan (entre otros) dolor de cabeza, temblores, ansiedad, irregularidades en los latidos del corazón y aspecto pálido, según Mayo Clinic.

Así puede sacar provecho a la avena

Cuerpo y Mente afirma que no son pocos los beneficios de consumir avena; empezando por la nutrición al tener fibra, carbohidratos, minerales y grasa en una cantidad superior a distintos cereales. Su fuente de cobre, magnesio, zinc y vitamina B1 son otras ventajas que la convierten en un alimento prácticamente infaltable en la mesa.

Ese portal destaca su potencial para disminuir el azúcar en la sangre y mejorar la respuesta de la insulina. Según se explica, su consumo principalmente favorece a quienes tienen diabetes tipo 2 (algunas razones para la aparición de esta son una baja actividad física, sobrepeso y antecedentes genéticos).

La avena es un cereal que brinda varias vitaminas y minerales al cuerpo y es una opción económica. | Foto: Getty Images

unComo da cuenta de la manera ‘correcta’ para tomar agua de avena y aprovechar su ‘infinidad’ de beneficios. Para ello solo se necesita preparar dos cucharadas de este cereal en aproximadamente dos litros de agua; lo siguiente es colar la avena y consumir el líquido restante. Otra opción es poner una cucharada en un vaso de agua y dejarla toda la noche para, al día siguiente, solo tomar la bebida (en cualquiera de los dos casos se recomienda ingerirla antes del desayuno).

Sobre los problemas de gravedad que una persona con diabetes no controlada puede tener, la Organización Panamericana de la Salud puso algunos en relieve. Esta enfermedad “es una de las principales causas de ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, derrames cerebrales y amputación de miembros inferiores”, se lee en su página oficial.

La visión borrosa es un síntoma de diabetes. | Foto: Getty Images

Cuando esta no se intenta regular “aumentan las posibilidades de estas complicaciones y la mortalidad prematura. Además, crece el riesgo de presentar patologías cardiovasculares y tuberculosis”, añade.

En las Américas se calcula que más de 60 millones de personas han sido diagnosticadas con diabetes tipo 2 y; de acuerdo con Diabetes Atlas, citado por la PAHO, es posible que en el año 2040 se llegue a los 109 millones.