El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo. Además, el organismo necesita algo de colesterol para producir hormonas, vitamina D y sustancias que le ayuden a digerir los alimentos.

Dependiendo de la estructura que lo componga, el colesterol puede ser bueno (o HDL), malo (o LDL), o la combinación de ambos (total). El llamado colesterol malo es el de lipoproteínas de baja densidad, que es la causa principal de los riesgos coronarios, según el portal Mejor con Salud.

De acuerdo con la Fundación Española del Corazón (FEC), para controlar el colesterol malo, en específico, se debe incluir en la dieta alimentos como frutas y verduras, cereales, legumbres, pescado azul, aceite de oliva y frutos secos. Una de las legumbres recomendables para mantener bajo control el colesterol es la soja, que, además, tiene diferentes beneficios, por lo que nutricionistas lo recomiendan siempre para consumir y tener una dieta saludable que aporte mucho a una vida sana.

El colesterol LDL se incrementa por un plan de alimentación rico en grasa. | Foto: Getty Images

Durante años, el ajo se ha utilizado para condimentar los platos más populares que existen. Sin embargo, pocos conocen sus beneficios para la salud en general. Un estudio publicado en la revista Journal of Nutritional Biochemistry demostró, tras un experimento, que el ajo era capaz de bajar los niveles de colesterol, así como la presión arterial.

El ajo tiene una serie de componentes favorables para la circulación sanguínea. | Foto: Getty Images

De hecho, al tener la función anticoagulante, mejora la circulación, reduce el nivel de grasas en la sangre y disminuye los niveles de colesterol malo (LDL) y aumenta las defensas del organismo en general, según el portal Salud180. Además, al mejorar la salud cardíaca, favorece la circulación, reduce el colesterol malo o LDL, dilata los vasos sanguíneos y evita la arterioesclerosis. Ayudaría de esta manera a acelerar el metabolismo, según el portal Mejor con Salud.

Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Toxicología de la Universidad de Shandong (China), llevaron a cabo un metaanálisis que analizó 26 trabajos previos que evaluaban los efectos del ajo sobre los niveles de colesterol. En general, el ajo fue superior al placebo en la reducción de colesterol sérico total (CT) y triglicéridos (TG). Los resultados apuntan que los efectos del ajo fueron más marcados en personas con un tratamiento a largo plazo.

Ajo, alimento saludable. | Foto: Getty Images

El té de ajo es una bebida con un gusto muy particular, por ello mismo, se le suelen añadir limón y jengibre, que también tienen propiedades medicinales. Lo cual lo hace muy recomendable para ser consumido por las personas que tienen un colesterol alto o que quieren controlar los niveles de grasa en la sangre.

Ingredientes:

  • Miel (21 g).
  • 1 diente de ajo.
  • 1 vaso de agua (200 ml).
  • Jengibre rallado (3 g aproximadamente).
  • 1 cucharada de jugo de limón (15 ml).

Preparación:

  • Poner el agua a hervir.
  • Mientras se calienta el agua, trocear el ajo o, si se desea, picar en pedazos más pequeños. Hacerlo según se prefiera. De este modo, se optimizan sus propiedades durante la cocción.
  • Una vez que el agua bulla, añadir el jengibre rallado y el ajo previamente cortado. Dejar cocer durante 15 minutos o 20 minutos.
  • Transcurrido ese tiempo, retirar del fuego y dejar reposar la infusión otros 10 minutos más.
  • Colar y reservar el agua que resulte de la cocción.
  • Añadirle el jugo de limón natural y la miel para endulzarla.
  • No hay que preocuparse por el mal aliento que pueda dejar el ajo. Al haber incluido en la cocción el jengibre y el limón, su olor característico desaparecerá por completo.
  • Se recomienda consumir con moderación.

El té de ajo ayudará a llevar una dieta mucho más balanceada, teniendo presente la importancia de alimentarse correctamente para llevar una vida sana, protegido de enfermedades y promoviendo hábitos que permitan que el paso de los años no se vea reflejado en el estado de salud.