El laurel, conocido con el nombre científico de Laurus nobilis, es una especia que desde hace mucho tiempo se ha utilizado para darle sabor y aroma a los platos gastronómicos, entre ellos, las carnes, los pescados y las sopas.
Sin embargo, más allá de su aporte a la cocina, a esta planta se le atribuyen propiedades medicinales que favorecen la salud del organismo. La Fundación Española de la Nutrición destaca varias cualidades, como, por ejemplo, que ayuda en el proceso digestivo, también es bueno para estimular el apetito, para facilitar la digestión y evitar que se presenten espasmos intestinales.
Otro de los beneficios que se le atribuyen es que favorece la expulsión de las mucosidades de las vías respiratorias y tiene acciones bactericidas, por lo que es recomendado para tratar problemas como bronquitis y faringitis.
Contiene, además, ácido fólico que ayuda a mantener en buen estado el sistema inmunológico; vitamina A, la cual actúa como un antioxidante y ayuda a mejorar la visión, además de minerales como el cobre, hierro, zinc y manganeso.
Según un estudio publicado en la revista científica Food Chemistry, esta planta previene la acidez y la formación de gases por las sustancias que contiene. Asimismo, tiene propiedades bactericidas, antisépticas, expectorantes y antiinflamatorios. También es recomendada para reducir el ácido úrico.
Algunos de los beneficios que ofrece esta planta para la salud son los siguientes:
Reduce la ansiedad
El portal Mejor con Salud precisa que “las hojas de laurel ayudan a reducir la ansiedad gracias al compuesto químico del humo que se produce al quemarlas” Se trata de una planta que ofrece un efecto calmante tanto en el cuerpo como en la mente.
Otro de los beneficios que ofrece esta planta es que tiene la capacidad de nivelar el azúcar en la sangre, lo que la hace ideal para ayudar en el tratamiento de la diabetes. “Según datos arrojados en una investigación realizada en Estados Unidos, el consumo de uno a tres gramos de hojas de laurel al día podrían aliviar algunos síntomas que suelen aparecer entre las personas que padecen de diabetes tipo II”, argumenta Mejor con Salud.
También son recomendadas para abrir las vías respiratorias. Si una persona sufre de enfermedades, por ejemplo, como asma o tiene problemas con las alergias, puede aspirar los vapores del aceite de las hojas de laurel, las cuales pueden ayudar; sin embargo, siempre es mejor consultar con el médico cuando se hace uso de este tipo de productos naturales para evitar complicaciones de salud.
De igual manera, “el laurel puede ser usado para tratar problemas de la piel, como dermatitis, siendo recomendado su uso tópico”, informa el portal Tua Saúde.
Las hojas de laurel también tiene la capacidad de ayudar a desinflamar el hígado, a aliviar el dolor producido por los cólicos menstruales, el dolor de cabeza, el reumatismo y el estrés.
Por otro lado, para que el organismo funcione correctamente necesita tanto vitaminas como minerales. El eugenol, uno de los 81 compuestos que contiene el laurel también actúa como antioxidante y fortalece el sistema inmune.
¿Cómo utilizarlo?
La manera más habitual de tomar el laurel es en infusaión. Se pone una taza de agua a hervir y cuando alcance punto de ebullición se agregan las hojas del laurel, se retira del fuego y se deja reposar por unos 10 minutos. Se cuela y ya estará lista para consumir.
También se puede usar de manera tópica. En esta oportunidad se puede recurrir a los cataplasmas caseros, los cuales se pueden elaborar macerando los frutos de la planta y extrayendo el aceite esencial.
Al igual que sucede con cualquier producto natural, no se trata de medicinas milagrosas y por ello lo importante siempre es consultar con el médico o un especialista antes de iniciar cualquier tratamiento tendiente a mejorar algunas condiciones de salud.