Las articulaciones son donde se unen dos o más huesos. Por ejemplo, los hombros, codos, caderas, rodillas y nudillos son articulaciones. Incluso, la columna también tiene articulaciones, según explica Medline Plus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

En las articulaciones no se cuentan solo huesos, también están compuestas por tejidos blandos como cartílagos, tendones y ligamentos, los cuales, pueden estar expuestos trastornos dolorosos derivados de del uso excesivo de una articulación o, de una lesión o accidente repentino.

Algunas de las enfermedades asociadas a las articulaciones son:

  • Lupus: es una enfermedad autoinmune, en la que el sistema inmunológico, en vez de proteger al organismo de las infecciones, ataca los tejidos sanos. Es una afección crónica que puede causar inflamación y dolor en diferentes sistemas del cuerpo, incluso las articulaciones, la piel, los riñones, las células sanguíneas, el cerebro y los pulmones
  • Artritis: significa inflamación de las articulaciones. Puede causar dolor y, si no es tratada a tiempo, puede desencadenar una enfermedad grave. Afecta a personas de todas las edades y entre sus variantes más conocidas está la osteoartritis.
  • Síndrome de Sjögren: también es una enfermedad autoinmune que afecta las glándulas que producen humedad en muchas partes del cuerpo. Entre los síntomas principales están la resequedad en los ojos, en la boca y dolor en las articulaciones.

El tratamiento de estas afecciones depende del tipo de lesión y lo que el médico considere necesario para esta. Además, a través de la alimentación es posible aminorar los síntomas de dolor que se pueden presentar en las articulaciones.

Derivado de lo anterior, el portal especializado en alimentación GastroLab explicó que el jugo de piña con avena puede ayudar a “prevenir el desgaste articular y a combatir la inflamación”, por lo que se recomienda para quienes padecen dolor en las articulaciones.

Para su realización se necesitan: 500 gramos de piña, una taza de avena cocida, un vaso de jugo de naranja, y dos cucharaditas de miel.

Preparación:

1. Poner los ingredientes en la licuadora.

2. Mezclar durante dos minutos.

3. Beber por una semana en las mañanas para notar la diferencia.

Además de esta bebida, existen algunos aceites esenciales que, aunque la evidencia aún no es concluyente, es importante destacar que su uso en la aromaterapia se considera seguros para el uso en la artritis reumatoide, junto con tratamientos convencionales.

1. Aceite de eucalipto: un ensayo clínico en el que participaron 32 adultos descubrió que una combinación de aceite de eucalipto y aceite de menta podría ayudar a aliviar los dolores de cabeza ya que relaja los músculos y la mente. Otros estudios han demostrado que el aceite esencial de eucalipto tiene propiedades analgésicas en general.

2. Aceite esencial de lavanda: hace muchos años el uso de aceite de lavanda es uno de los más utilizados para los dolores de cabeza, las migrañas y la tensión. Los científicos han descubierto que la lavanda ayuda a disminuir el estrés, reduce la presión arterial y ayuda a aliviar el dolor.

3. Aceite esencial de cúrcuma: los ingredientes activos en la cúrcuma tienen propiedades antiinflamatorias. Se ha demostrado que ayudan a mejorar la circulación. Una revisión publicada de 2016 informa que el extracto de cúrcuma parece reducir los síntomas de la artritis, aunque se requiere más investigación.

4. Aceite esencial albahaca: la albahaca contiene una amplia variedad de posibles compuestos terapéuticos. El aceite esencial contiene 1.8 de cineole, sustancia que tiene efectos antiinflamatorios. También contiene linalol, un compuesto que ha demostrado que reduce la inflamación en ratas y ratones.