En la actualidad, la ansiedad se ha convertido en uno de los trastornos más fuertes y frecuentes en la sociedad debido a los cambios sociales que se han generado en los últimos años. Este mal no solo afecta a la persona que la padece, sino que también daña considerablemente los vínculos que esta mantiene con otras personas.
Por lo general, cuando se está en la una relación amorosa y una persona sufre de ansiedad, se pueden llegar a tener conflictos más de lo normal. Incluso, se puede generar en el otro una sensación de falta de control e impotencia que muchas veces lleva a no comprender la situación que afronta la persona con ansiedad.
La psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales señala para la revista Mejor con Salud que la ansiedad puede generar aumento del ritmo cardiaco, dificultad para respirar, sudoración excesiva y dolor de estómago. Así mismo, genera síntomas cognitivos como hipervigilancia, confusión, dificultad para concentrarse y temor a enloquecer.
Cabe mencionar que un cuadro de ansiedad se puede generar por distintas causas, todo depende de la experiencia personal. No constante, las causas más frecuentes son situaciones de estrés o traumáticas y vulnerabilidad psicológica.
En este sentido, cuando la pareja sufre de ansiedad, es frecuente temer por la estabilidad de la relación, ya que esto puede generar otro tipo de conflictos que empeoran el lazo afectivo. En muchos casos, la persona que sufre de ansiedad no puede controlarse por sí misma, sino que requiere la ayuda de un profesional y de las personas allegadas, en este caso la de su pareja.
De este modo, la revista Mejor con Salud ha dado conocer algunos consejos útiles para apoyar a una pareja que sufre de ansiedad:
- Una persona con ansiedad suele tener muchas cosas por decir, es por ello que la escucha y la empatía se vuelven dos factores importantes para ayuda a la pareja. Hay que intentar preguntar de manera sutil cómo se siente, en qué se puede ayudar y qué solución pueden encontrar. Lo ideal siempre es mantener una comunicación activa con un diálogo respetuoso y sano.
- Evitar minimizar los sentimientos o las preocupaciones de la pareja que sufre ansiedad. No decir frases como “hay cosas peores” o “no te preocupes más”, pues son expresiones que le quitan peso al malestar en lugar de darle apoyo a la situación que se afronta.
- Muchas veces la paciencia se agota cuando una de las parejas sufre ansiedad; sin embargo, mantener una sana comunicación activa permite ser más resiliente y que la situación se lleve con más calma.
- Es importante que se eviten comentarios disparadores que puedan ser ofensivos. Recordar que cuando hay un cuadro de ansiedad, las emociones son volátiles y todo se puede malinterpretar.
- Intentar incluir en la rutina diaria de la pareja ejercicios que compartan juntos. Esto hará que la persona no se sienta sola liderando con el problema, sin embargo, no caer en el error de sobreproteger a la pareja. Tener presente que el rol como pareja es solamente ser el sostén de la persona que sufre con ansiedad, pues el trastorno como tal debe ser tratado por ella misma.
- Si no se ha acudido a una ayuda profesional, invitar a la pareja a hacerlo. Orientarse un poco sobre el tratamiento y compartirlo con la pareja, para que se motive y pierda el miedo a hacerlo.
- Cuando haya una discusión, tratar de manejar la situación lo más pronto posible para que el choque emocional no sea tan fuerte y no se genere más inconformidad en la relación.