Un déficit calórico es cuando las personas consumen menos calorías que las que gastan en el día a día. Por ello, la revista Men’s Health reveló que para calcular las calorías diarias que se necesitan se debe multiplicar el peso corporal por 26 y por 28. Es decir, si el peso es 90 kilos la operación es 90x26=2.340 y 90x28=2.520.
Lo que quiere decir que el rango de calorías necesarias diarias es entre 2.340 y 2.520 y para lograr tener un déficit el consumo debe ser inferior a los valores dados y con ello se puede conseguir perder peso.
De todos modos, antes de realizar un déficit calórico lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.
Adicional, la alimentación debe estar combinada con un aumento en la actividad física. Las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana, para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
No obstante, algunas personas exceden las recomendaciones, no descansan y las consecuencias, según expertos y el portal Panorama Web son: “riesgo de lesiones musculares y fatiga, falta de reposición de los depósitos de glucógeno y reducción de la producción de glóbulos rojos, incremento del ritmo cardíaco y la presión arterial o abandono del ejercicio por cansancio y esfuerzo acumulado”.
Por tal razón, los expertos recomiendan descansar del ejercicio uno o dos días a la semana y los otros cinco días trabajar varias partes del cuerpo. Por ejemplo, si se realiza ejercicio con pesas, el lunes se puede ejercitar el tren superior y el martes se deben descansar dichos músculos -preferiblemente se deben entrenar los músculos del tren inferior-, y el miércoles se pueden volver a trabajar los músculos del tren superior.
Otros pasos para comenzar el proceso de pérdida de peso
1. Comprometerse: a muchas personas se les facilita poner su compromiso en un contrato por escrito. Este contrato puede incluir aspectos como la cantidad de peso que desea perder, la fecha en que se busca haberlo perdido, los cambios en la dieta que se harán para adoptar hábitos de alimentación saludables y un plan para hacer actividad física de manera regular.
2. Ubicar la realidad: se debe consultar a un experto de la salud para que este evalúe el peso, la estatura y los factores de riesgo relacionados con el peso. Después de analizar la realidad, se deben identificar los obstáculos como los horarios disponibles para hacer ejercicio, los gustos alimenticios que se deben modificar, entre otros, y las formas de superar estos desafíos.
3. Fijarse metas: establecer metas a corto plazo y auto premiarse por conseguirlas es una forma de obtener resultados. Las metas más efectivas son: concretas; realistas; comprensivas (no somos perfectos). Por ejemplo “hacer más ejercicio” no es una meta concreta, pero si dice “voy a caminar 15 minutos, tres días a la semana en la primera semana”, se está fijando una meta concreta y realista para la primera semana.
4. Identificar recursos de información y apoyo: buscar el apoyo de la familia y los amigos hará que sea más fácil hacer cambios en el estilo de vida. También puede servir unirse a un grupo de apoyo para bajar de peso o consultar con un profesional de la salud, como un dietista certificado.
5. Llevar un seguimiento: revisar las metas de forma regular y agregar nuevas metas es la mejor forma de obtener los resultados.