Casi todas las personas sienten estrés a diario. Esta es una respuesta humana normal a los diferentes retos que demanda la vida y que le generan presión a la persona: levantarse para cumplir una cita, parar en la esquina para evitar que un carro nos atropelle, o acelerar el ritmo de trabajo si hay una entrega inminente ese día.
Dicha respuesta hace parte de la evolución y, según los expertos, se cree que sucedió para alertarnos de todos los peligros. En ese sentido, es un mecanismo de protección pues ante cualquier amenaza el cuerpo responde con el estrés, el cual tiene repercusiones fisiológicas palpables.
De acuerdo con Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, hay dos tipos principales de estrés:
- Estrés agudo. Este es estrés a corto plazo que desaparece rápidamente. Puede sentirse cuando se pelea con la pareja o con un amigo. También ocurre cuando se realiza algo nuevo o emocionante. Todas las personas sienten estrés agudo en algún momento u otro.
- Estrés crónico. Este es el estrés que dura por un periodo prolongado. Se puede tener estrés crónico si hay problemas de dinero, un matrimonio infeliz o problemas en el trabajo. Cualquier tipo de estrés que continúa por semanas o meses, es estrés crónico. Si hay maneras de controlar el estrés, este podría causar problemas de salud.
Debido a que el estrés genera tensiones, dolores musculares y, en casos graves, problemas psicológicos, el portal especializado Salud180 explicó como es posible controlar y manejar este problema, así como la ansiedad, en menos de un minuto.
Para lo anterior, es necesario un recipiente donde quepa la cabeza del afectado y agua muy fría.
¿Cómo usar el método?
1. Poner el agua fría en el recipiente.
2. Sumergir el rostro por 30 segundos, aguantando la respiración. Si no se puede aguantar dicha cantidad de tiempo, se puede retirar la cara antes.
3. Cuando se retire el rostro se puede volver a sumergir si se considera necesario.
Salud180 indica que varios especialistas han afirmado que “esta técnica activa el reflejo de inmersión que tenemos los mamíferos, lo cual reduce el ritmo cardiaco y redirige la sangre hacia el corazón y otros órganos vitales, lo cual se ha asociado a una disminución de la ansiedad”.
Se debe tener en cuenta que, si se sufren comorbilidades como hipertensión o problemas cardiacos, se debe consultar con un médico antes de realizarlo.
Así mismo, para combatir el estrés también hay que identificar qué situaciones son las detonantes. “Si sabe qué es lo que lo empuja, evítelo. Pero hay tensiones que tenemos que aceptar, por lo que debemos cambiar nuestras reacciones ante ellas”, dijo la doctora Ann Webster, psicóloga de la salud del Instituto Benson-Henry de Medicina Mental y Corporal de Harvard.
Webster también ofrece las siguiente recomendaciones:
- Incorporar técnicas de relajación
La meditación, el yoga, el taichí, entre otras, ayudan a relajar el cuerpo y reducir la presión arterial alta, la frecuencia cardíaca y la respiratoria, todos estos, son indicadores que generalmente se elevan ante una situación de estrés.
- Establecer metas
Para sentirse más tranquilo, la experta afirma que es importante tener propósitos en la vida personal, profesional, y también en los aspectos relacionados con los momentos de ocio. “Cuando las personas se fijan metas, tienen un sentido positivo de compromiso, sienten que tienen el control y son optimistas”, destacó.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC)
Este tipo de terapia debe ser asesorada por un profesional y su propósito es hacer que las personas tomen conciencia de los pensamientos negativos, para que pueden ser reemplazados por positivos. De esta forma, los individuos podrían aprender a controlar las situaciones que más les producen estrés.