Las frutas y verduras por su alto contenido de micronutrientes (vitaminas, minerales y fibra) tienen los siguientes beneficios para el organismo, según el Ministerio de Salud:

  • Reducen los niveles de colesterol.
  • Mejoran el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento.
  • Disminuyen los niveles de azúcar sanguíneo.
  • Contribuyen a la eliminación de toxinas.
  • Aumentan la sensación de saciedad evitando el consumo exagerado de alimentos que conducen al sobrepeso y la obesidad.

La institución indica que el aumento diario del consumo de frutas y verduras a mínimo cinco porciones de estos productos por persona (mínimo 400 gramos al día), permite reducir la probabilidad del inicio de cáncer de estómago en un 19 %, cáncer de esófago en un 20 %, cáncer de pulmón en un 12 % y cáncer de color rectal en un 2 %.

Así mismo, favorecen el metabolismo de las grasas pues previenen la oxidación del colesterol “malo” (LDL) debido a los aportes elevados de antioxidantes (sustancias capaces de prevenir o retrasar el proceso de oxidación de las células).

Además, las frutas y verduras proveen la mayoría de micronutrientes, de fibra dietética y son una gran fuente de agua. Las vitaminas A, B, C y E; y los minerales como el cobre y el manganeso, también se pueden encontrar en una alimentación rica en estos productos.

Las frutas y verduras además son alimentos ricos en antioxidantes que protegen el cuerpo frente a enfermedades relacionadas con la degeneración del sistema nervioso y cardiovascular, según destaca una publicación de la Organización Mundial de la Salud.

Por lo anterior es necesario el almacenamiento adecuado de las frutas y verduras frescas, ya que esto puede afectar su calidad y seguridad. Derivado de ello, el portal especializado Mejor con Salud, listó algunos métodos para reservar estos artículos adecuadamente:

1. Usar recipientes de mimbre: estas canastas suelen ser un buen elemento para almacenar las frutas y las verduras. Esto se da gracias a que el material que compone estos recipientes permite que los alimentos transpiren y se retrase el aparecimiento de moho u otras bacterias.

2. Bolsas transparentes: si no es posible recurrir al mimbre se pueden poner los alimentos en una bolsa transparente que tenga algunos huecos para evitar la proliferación de microorganismos dañinos.

3. Bolsas de papel: estas permiten que las frutas y verduras se mantengan frescas y separadas del resto de los productos. Lo ideal, es que la bolsa no sea gruesa y se mantenga en un ambiente fresco, ya que el calor puede acelerar su maduración.

4. Lavar antes de almacenar: es conveniente tomarse unos minutos para desinfectar los productos antes de guardarlos y quitar residuos de tierra u otras cosas que perjudiquen su calidad y conservación. Además, se elimina la posibilidad que algún artículo contamine otro.

5. Congelar: es de los mejores métodos para mantener cualquier producto en buen estado por más tiempo del esperado. Lo importante es no excederse ya que la fruta o el vegetal puede perder propiedades nutricionales.

6. Separar los alimentos: debido a que cada fruta y vegetal tiene tiempos de maduración distintos es necesario separarlos para evitar que una cosa dañe la otra o que incluso, la expulsión de alguna sustancia, aminore los nutrientes que posee un elemento.

7. Revisar periódicamente: es necesario realizar este proceso antes y durante el almacenamiento de los productos. Esta operación evitará que, por ejemplo, una fresa, dañe el resto.

“Finalmente, sería bueno destacar que, para no fracasar con la conservación, lo mejor es hacer compras moderadas. De este modo se garantiza su frescura, concentración de nutrientes y delicioso sabor”, subraya Mejor con Salud.