Los riñones son órganos clave para el buen funcionamiento del organismo, pues cumplen diversas funciones y una de las más importantes es filtrar y mantener la sangre libre de productos de desecho provenientes de la alimentación.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, estos órganos también trabajan para eliminar el ácido que producen las células del cuerpo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales tales como sodio, calcio, fósforo y potasio en la sangre.
Los expertos aseguran que en cada riñón hay un millón de estructuras pequeñas llamadas nefrones, los cuales filtran los desechos y el exceso de agua de la sangre, lo que se vuelve orina. “La mayoría de las enfermedades renales atacan los nefrones”, precia la mencionada fuente.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que algunas de las causas de estos padecimientos están relacionadas con problemas genéticos, lesiones o medicamentos. Una persona tiene mayor riesgo de padecer una enfermedad renal si presenta diabetes, presión alta o tiene un familiar cercano con algún problema de los riñones.
Los especialistas aseguran que la enfermedad renal es “progresiva” porque el daño avanza de manera lenta durante años, produciendo que las toxinas se acumulen en el cuerpo. Cuando los riñones fallan es posible que la persona requiera someterse a diálisis o a un trasplante para mantener su salud. La mejor forma de saber si se tiene la enfermedad de los riñones es hacerse pruebas de sangre y orina.
¿Cómo cuidar los riñones?
Los especialistas aseguran que, para mantenerlos sanos, lo primero que se debe hacer es controlar las enfermedades que tienen incidencia directa sobre éstos como la diabetes y la presión arterial alta y una de las formas de hacerlo es consumiendo alimentos saludables como frutas frescas, vegetales frescos o congelados, granos enteros y derivados lácteos semidescremados o descremados. Es clave disminuir la sal y la ingesta de alimentos con azúcar añadido.
Los especialistas plantean algunas recomendaciones que deben tenerse en cuenta en la dieta para prevenir el desarrollo de afecciones en los riñones.
1. Menos sal y sodio: Lo ideal es comprar los alimentos frescos y cocinarlos desde cero en lugar de comer los preparados. Al cocinarlos se pueden utilizar especias, hierbas y condimentos libres de sodio en lugar de la sal.
En caso de comprar comida preparada, se debe revisar la cantidad de sodio en la etiqueta de la información nutricional, probar las versiones bajas en este mineral y lavar con agua los vegetales, fríjoles, carnes y pescados enlatados antes de comerlos.
2. Cantidad indicada de proteínas: Cuando el cuerpo usa proteínas, produce desechos que los riñones se encargan de eliminar, así que consumir más proteínas de las que el organismo necesita hace que estos órganos trabajen más. Por esta razón es recomendable comer porciones más pequeñas de alimentos protéicos y combinar de manera adecuada la proteína animal y la vegetal.
Las proteínas animales se encuentran en el pollo, pescado, carne, huevos y lácteos, mientras las vegetales son aportadas por fríjoles, nueces y granos.
3. Dieta para el corazón: Es clave incluir en la dieta productos que son saludables para el corazón con el fin de que se acumule grasa en los vasos sanguíneos, corazón y riñones.
Lo recomendable es escoger alimentos a la parrilla, asado, rostizado o salteados en lugar de fritos, cocinar con aceite en aerosol antiadherente o una pequeña cantidad de aceite de oliva en lugar de mantequilla, eliminar la grasa de la carne y tratar de limitar las grasas saturadas y trans.
4. Alimentos y bebidas con menos fósforo: Si los riñones no están funcionando correctamente se puede acumular fósforo en la sangre. Cuando este mineral abunda en el cuerpo es posible que extraiga el calcio de los huesos, lo que los hace más delgados, débiles y con mayor probabilidad de romperse.
5. Poco potasio: Los expertos explican que cuando los niveles de potasio en la sangre están muy altos o muy bajos pueden aparecer problemas. Los riñones dañados permiten que el potasio se acumule en la sangre, lo cual ocasiona problemas cardíacos graves.
Adicional a la alimentación es importante hacer ejercicio. Realizar actividad física al menos 30 minutos al día es lo recomendado. De igual forma, es necesario trabajar para mantener un peso ideal.
Por último, para evitar enfermedades de los riñones se debe tener cuidado con el uso diario de medicinas sin prescripción. Por ejemplo, el consumo regular de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), tales como ibuprofeno y naproxeno puede generar afectaciones en estos órganos.