Perder peso de manera rápida es el deseo de las personas que están inconformes con su cuerpo. Sin embargo, la evidencia demuestra que quienes bajan de peso en manera gradual y constante logran mejores resultados que otros que bajan de peso en una semana, pues con las dietas rápidas hay efecto rebote, que es cuando se recupera rápidamente el peso perdido una vez se termine la dieta rápida.
“Las personas que pierden peso rápidamente, en comparación con las que lo pierden lentamente, no obtienen ningún beneficio adicional para la salud”, señaló un estudio sobre el tema de la Universidad de York.
Por tal razón, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló que la base para lograr bajar de peso sigue siendo una dieta saludable y baja en calorías, combinada con un aumento en la actividad física.
Una forma de reducir la ingesta de calorías es comer más alimentos de origen vegetal: frutas, verduras y cereales integrales. Mayo Clinic reveló algunos consejos para empezar a perder peso:
- Comer al menos cuatro porciones de vegetales y tres porciones de frutas diariamente.
- Reemplazar los granos refinados por cereales integrales.
- Comer cantidades moderadas de grasas saludables, como el aceite de oliva, aceites vegetales, aguacates, nueces, mantequillas de nueces y aceites de frutos secos.
- Elegir productos lácteos bajos en grasa, carne magra y carne de ave de corral magra en cantidades limitadas.
Asimismo, existen otros alimentos que ayudan con la pérdida de peso como lo es té de árnica, ya que tiene propiedades desinflamatorias y diuréticas.
En consecuencia, para obtener los beneficios se debe hervir una taza de gua y se le deben agregar 1/2 cucharada de flores y hojas secas de esta planta. Después, la bebida se deja reposando diez minutos y se consume durante una semana, pero no por más de 15 días, según reveló el diario español Mundo Deportivo.
Asimismo, la revista española ¡Hola! reveló los hábitos más saludables para bajar de peso:
1. Dejar los dulces. Las grandes cantidades de alimentos que contengan azúcar pueden contribuir al exceso de peso.
2. Eliminar el alcohol y los refrescos, porque ambos tienen un alto contenido calórico y para perder peso es clave tener un déficit calórico que es cuando las personas consumen menos calorías que las que gasta en el día a día.
3. Tomar agua cuando se sientan ganas de comer. El consumo diario de este líquido es diferente para los hombres y para las mujeres, ya que existen diferencias entre la ingesta, pero por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita aproximadamente nueve.
4. Tener una alimentación balanceada y saludable que incluya frutas, verduras, proteínas, grasas y carbohidratos.
5. Cocinar con poco aceite. “Los especialistas recomiendan tomar entre tres y cinco cucharadas soperas de aceite al día para seguir una dieta equilibrada. Sin embargo, para perder peso, con dos o tres al día es más que suficiente”, indicó la revista.
6. Comer cinco veces al día, pero porciones pequeñas para no exceder el consumo de calorías.
7. Concentrarse al comer y hacerlo despacio. Es recomendable masticar los alimentos entre 30 y 50 veces por bocado.
8. En la cena no comer más de 500 calorías. “Es importante escoger una cena ligera sobre todo basada en verduras, hortalizas y sin alimentos grasos”, señaló el medio español.
9. Realizar actividad física y entre las actividades físicas más comunes se destacan: caminar, montar en bicicleta o correr y todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos. Además, las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes. Lo vital es que se tenga un gasto energético.
10. Pesarse y llevar un control. La información en la balanza ayudará a ver cómo el peso sube o baja según la manera de comer. No obstante, los expertos explican que en muchas ocasiones se inicia con un determinado peso y, aunque se haga ejercicio, la báscula indica el mismo peso inicial, pero esto se da, ya que la grasa se reduce, pero el músculo se incrementa.