Las actividades extracurriculares forman parte del proceso educativo de cada niño o joven en edad escolar, y una de las que más gustan a los estudiantes (aunque no la única) es el deporte. Aquí hay que considerar cualquier disciplina (tenis, fútbol, baloncesto, ciclismo, baloncesto u otra) desde dos puntos de vista: como práctica recreativa y como oportunidad profesional en el mediano plazo.
De acuerdo con el Dane, en 2022 el 8 % de los niños colombianos practicaba algún deporte. De este número, el 87 % era considerado de alto rendimiento.
Al respecto, el Ministerio del Deporte asegura que, en el país, 476 niñas y 1.536 niños practican fútbol, y 473 se dedican a otros deportes. De esta última cifra, 347 son deportistas de alto rendimiento (283 pertenecen al ciclo olímpico y 64 al paralímpico).
Teniendo en cuenta esos datos, y cualquiera que sea la opción deportiva que consideren el niño o el adolescente y sus familias, es importante adoptar algunas recomendaciones para que los estudiantes tengan una vida equilibrada que incluya, por supuesto, sus estudios.
Según afirma Santiago Montaña, líder de formación integral de Genuine School Digital, los padres deben motivar en sus hijos la adopción de perspectivas a largo plazo, incluyendo los deportes. “Construir un proyecto de vida les va a permitir, tanto a las familias como a los niños y adolescentes, plantearse expectativas reales y tomar las decisiones adecuadas que ayuden a materializarlo”.
Laura María Serrano, encargada del área de psicología y de los procesos de admisión, indica que el deporte vinculado a la vida de los alumnos puede ser contemplado como parte del desarrollo evolutivo de niños y adolescentes, y dentro de su proceso académico.
“Es ideal establecer una buena distribución del tiempo para que niños y adolescentes puedan disfrutar de manera adecuada cada momento de sus vidas, lo que incluye las dimensiones sociales, familiares y académicas, el descanso y el ocio recreativo”, indicó Serrano.
A pesar de que muchos padres consideran que el deporte es una “pérdida de tiempo” o que no tiene relevancia en la que será la vida profesional de sus hijos, lo cierto es que practicarlo ofrece muchas ventajas, tanto en su crecimiento personal como para el futuro que escojan.
Por eso, Laura Serrano y Santiago Montaña les entregan a los padres algunas recomendaciones para que la práctica deportiva sea parte importante del proyecto de vida de los estudiantes o que, como práctica recreativa, les ayuden en su evolución personal y su salud:
- Establezcan límites claros y consistentes para sus hijos, pero también permítanse ser flexibles para que exploren sus intereses y habilidades.
- Fomenten la confianza y la autoestima de niños y jóvenes al elogiar sus esfuerzos y logros, no solo sus resultados.
- Ayuden a su hijo a desarrollar una mentalidad de crecimiento al enseñarles a aprender de sus errores y a enfrentar los desafíos de manera positiva.
- Proporciónenles a sus hijos un ambiente de apoyo y comprensión, permitiéndoles hablar de sus sentimientos y preocupaciones relacionadas con el deporte.
- Fomenten un equilibrio saludable entre el deporte y otras actividades (amistades, diversión, familia, educación y relaciones sociales) para evitar que su hijo se “queme” física, mental y emocionalmente.
- Ayuden a sus hijos a desarrollar habilidades de comunicación y liderazgo, esenciales para el éxito en el deporte de alto rendimiento.
- Enséñenles a tener una perspectiva a largo plazo y a prepararse para una carrera o una vida después del deporte.
- Conviértanse en ejes comunicativos que articulen a entrenadores, técnicos, academia y club deportivo con la institución educativa para que se pueda concretar, de una mejor manera, ese proyecto deportivo.
Sumado a estas recomendaciones, Laura Serrano aconseja que los padres escojan un colegio que “disponga de las herramientas, los procesos, el contenido y la metodología ideal para el crecimiento de cada estudiante, pero que, además, incluya alternativas que potencien las habilidades extracurriculares, como el deporte”.