El metabolismo de cada persona es diferente y experimenta cambios con el paso de los años. Por eso, con el envejecimiento las personas pueden aumentar de peso si tienen una mala alimentación o no se ejercitan regularmente.
Según explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, existen diferentes factores que pueden causar un aumento de peso involuntario.
Los medicamentos que pueden causar aumento de peso incluyen:
- Píldoras anticonceptivas.
- Corticosteroides.
- Algunos fármacos empleados para tratar el trastorno bipolar, la esquizofrenia y la depresión.
- Algunos fármacos empleados para tratar la diabetes.
- Síndrome de Cushing.
- Tiroides hipoactiva o baja actividad tiroidea (hipotiroidismo).
- Síndrome del ovario poliquístico.
- Menopausia.
- Embarazo.
¿Cuándo se debe consultar a un médico?
En caso de presentar aumento de peso involuntario (sin alguna causa aparente) junto a los siguientes síntomas es importante consultar a un médico para recibir la atención y el diagnóstico correcto:
- Aumento de peso excesivo sin una causa conocida.
- Pérdida del cabello.
- Sentir frío con más frecuencia que antes.
- Inflamación en los pies y dificultad respiratoria.
- Hambre incontrolable acompañada de palpitaciones, temblores y sudoración.
- Cambios en la visión.
Pérdida de peso involuntario
Se considera pérdida de peso involuntaria cuando se pierde 10 libras o el 5% del peso corporal en un período de 6 a 12 meses, sin haber realizado dietas o ejercicios enfocados en este propósito, es decir, cuando no se conoce un motivo para dicha pérdida.
De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, “el peso se ve afectado por la ingesta de calorías, el nivel de actividad, el estado de salud general, la edad, la absorción de nutrientes y los factores económicos y sociales”.
Medline Plus explica algunas de las causas:
- Sensación de depresión.
- Cáncer, incluso cuando no hay otros síntomas.
- Infecciones crónicas como SIDA.
- Enfermedades crónicas como EPOC o enfermedad de Parkinson.
- Fármacos, incluso los usados en la quimioterapia, o medicamentos antitiroideos.
- Consumo de drogas ilícitas como las anfetaminas y la cocaína.
- Diarrea y otras infecciones que duran mucho tiempo, como parásitos.
- Inflamación crónica o infección del páncreas.
- Extracción de alguna parte del intestino delgado.
- Uso excesivo de laxantes.
- Trastornos alimentarios, como anorexia nerviosa que no se ha diagnosticado.
- Diabetes que no se ha diagnosticado.
- Glándula tiroides hiperactiva.
¿Cómo perder peso saludablemente?
En primer lugar es importante consultar a un médico para iniciar un proceso de pérdida de peso. No se deben realizar dietas extremas, ya que pueden poner en riesgo la salud.
“Seguir dietas extremas que promueven el consumo de pocos alimentos puede hacer que se pierdan nutrientes importantes. La clave para una pérdida de peso exitosa es adoptar un estilo de vida saludable que incluya una alimentación equilibrada y ejercicio regular”, indican los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Una dieta equilibrada es fundamental para bajar kilos. Se recomienda consultar a un nutricionista para recibir la asesoría correcta e iniciar un plan de comidas de acuerdo a las necesidades y los objetivos propuestos.
Según explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, “comer demasiado o no hacer suficiente actividad física le hará subir de peso. Para mantener su peso, las calorías que ingiere deben equivaler a la energía que consuma. Para bajar de peso, deberá ingerir menos calorías que aquellas que consume”.
Por eso, es importante tener una dieta balanceada, que aporte los nutrientes necesarios para el funcionamiento óptimo del organismo.
El ejercicio físico también es un elemento importante para obtener buenos resultados. Para esto, se debe contar con un plan de entrenamiento especializado.