La gastritis es un término general para un grupo de enfermedades con un punto en común: la inflamación del revestimiento del estómago.
Esta afección generalmente se produce por la misma infección bacteriana que provoca la mayoría de las úlceras estomacales, es decir, la helicobácter pylori. El uso frecuente de determinados analgésicos y beber demasiado alcohol también pueden contribuir a la gastritis.
Este es un padecimiento que puede ocurrir de manera súbita y se le conoce como gastritis aguda. También se puede dar de forma lenta con el tiempo, en cuyo caso se le denomina gastritis crónica. Algunas veces esta molestia puede producir úlceras y un mayor riesgo de sufrir cáncer de estómago, pero en la mayoría de pacientes no es grave y mejoran rápidamente con tratamiento.
La gastritis no causa síntomas notables en todas las personas; sin embargo, los más comunes, según el portal Healthline, son las náuseas, sensación de llenura en la parte superior del abdomen, especialmente después de comer e indigestión.
De igual forma, hay algunos factores de riesgo que aumentan la posibilidad de que una persona pueda padecer de esta enfermedad:
- Infección bacteriana: Si bien la infección por Helicobacter pylori es una de las más frecuentes en seres humanos, solo algunas personas infectadas desarrollan gastritis u otros trastornos del sistema digestivo superior. Los médicos consideran que la vulnerabilidad a la bacteria podría heredarse o podría tener origen en factores de estilo de vida, como el tabaquismo y la alimentación.
- Uso frecuente de analgésicos: Analgésicos como la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno pueden provocar tanto gastritis aguda como gastritis crónica. El uso regular de estos analgésicos, o tomarlos en cantidad excesiva, puede reducir una sustancia clave que ayuda a preservar el revestimiento protector del estómago.
- Edad avanzada: Los adultos mayores tienen mayor riesgo de padecer gastritis porque el revestimiento del estómago tiende a volverse más delgado con la edad.
- Consumo excesivo de alcohol: El alcohol puede irritar y corroer el revestimiento estomacal, lo que hace que el estómago sea más vulnerable a los jugos digestivos.
- El propio cuerpo ataca las células del estómago: La llamada gastritis autoinmunitaria ocurre cuando el cuerpo ataca las células que forman el revestimiento del estómago. Esta reacción puede deteriorar esta barrera de protección.
Para aliviar este padecimiento, hay varios alimentos que pueden ayudar. La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, por ejemplo, recomienda el consumo de fibra para contrarrestar los síntomas de gastritis y ésta se encuentra en cereales integrales: arroz, pan, pastas integrales, germen de trigo, galletas integrales y la avena.
Una bebida de avena
Este alimento es uno de los más recomendados para aliviar el malestar generado por la gastritis gracias a que contiene beta-glucanos, nutrientes que aumentan la resistencia del organismo frente a los patógenos invasores, por lo que es recomendada para mantener el equilibrio de bacterias buenas en el estómago y el intestino.
Otro de sus beneficios es que ayuda a la absorción de ácidos biliares que se generan en el sistema digestivo haciendo que este se esfuerce menos en procesar los alimentos, lo que ayuda a que se liberen menos ácidos en la cavidad gástrica y se evite la irritación en las paredes del estómago.
Además, la avena contiene minerales esenciales como el zinc, selenio, hierro, magnesio, fósforo, vitaminas y antioxidantes.
Para consumirla se puede preparar de diversas formas. Una de ellas es el agua de avena para lo que se requiere un vaso de agua y tres cucharadas de avena. Se vierte el agua en una olla y se pone al fuego y cuando llega al punto de ebullición se deja en fuego medio y se añade la avena, se deja hervir por 10 minutos, luego se espera que repose y se toma.
También se puede preparar un licuado de avena, aunque no puede sentarle bien a todas las personas, pues la leche puede ser irritante.
Para hacer esta preparación se requiere de una taza de avena, dos de leche y una cucharadita de miel de abejas. Se agregan los ingredientes en la licuadora y se procesa hasta obtener una mezcla homogénea y ya quedará lista para consumir.
Cualquiera de las dos opciones ayudará a reducir las molestias generadas por la gastritis, aunque en general, lo ideal es incorporar avena a la dieta diaria, pues además de ayudar con la gastritis, también es buena para la digestión y previene enfermedades cardiovasculares, entre otros.