La avena es un cereal con un importante número de propiedades que la convierten en gran aliada de la salud. Brinda al organismo hidratos de carbono de absorción lenta, fibra, proteínas, vitaminas y minerales.

Este cereal pertenece a la familia de las gramíneas y, de acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (FEN), sus semillas son ricas en proteínas, vitamina E y del complejo B como tiamina, riboflavina, vitamina B6 y ácido fólico, ácido fítico, fibra, betaglucanos, zinc, calcio, hierro, fósforo, magnesio, grasas insaturadas o también conocidas como grasas buenas. Además, es una importante fuente de antioxidantes.

Consumirla aporta múltiples beneficios, entre ellos ayuda a reducir el colesterol, protege la actividad del corazón y permite controlar el peso. Además, mejora el tránsito intestinal y previene enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, existe la duda de si es mejor consumir avena en leche o en agua, pues sus propiedades pueden verse afectadas dependiendo la manera en la que sea preparada o mezclada. En ese sentido, expertos de Harvard señalaron cómo se debe ingerir, especialmente cuando se trata de combatir el colesterol.

Ingredientes

  • 2 tazas de agua
  • 1 manzana
  • 3 cucharadas de hojuelas de avena integral
Avena | Foto: Getty Images

Preparación:

En primer lugar, debe dejar en remojo las hojuelas de avena en una bebida natural durante unas horas. Al hacer esto, se debe lavar la manzana y cortarla en pequeños trozos. Una vez este hecho esto, se deben mezclar dichos ingredientes y licuarlos hasta que quede un batido espeso. Al finalizar, se puede añadir azúcar, miel o canela.

Otras formas de incorporar la avena a la dieta

De acuerdo con la revista Mejor con Salud, la avena tiene importantes propiedades que ayudan a conciliar el sueño y restaurar el sistema nervioso y psicológico mientras se duerme. Así mismo, señala que existen múltiples formas de prepararla e incluirla en las comidas, entre ellas menciona:

  • Cocida: esta es la manera en la que este cereal resulta más efectivo para el organismo, ya que al calentarse desprende una sustancia que ayuda a proteger la pared del intestino y la mucosa gástrica.
  • En batido: se puede añadir manzana, plátano, pera, nuez o almendras tostadas, leche o yogur y avena. Este smoothie resulta perfecto para tomar en cualquier momento del día, especialmente como merienda.
El banano es de las frutas tropicales más consumidas en el mundo. | Foto: Getty Images
  • Pan: este se puede hacer en casa o comprarlo en cualquier panadería. Por lo general, este pan tiene un sabor muy especial al combinarlo con pasas, nueces y alguna especia.
  • Ensalada: solamente se tiene que hervir la avena, escurrirla, enjuagarla con agua fría y mezclarla con la ensalada que desee.
  • Cremas de verduras: muchas personas usan la avena para sustituir la patata, el queso o incluso la crema de leche que se suele añadir a las cremas de verduras. Esto permite que se produzca un efecto saciante y ligero.
La avena y la manzana ofrecen diversos beneficios digestivos. | Foto: Getty Images

Ahora bien, los especialistas citados por Mejor con salud, se recomienda “consumir la avena cruda, en concreto, debido a que de este modo se pueden obtener con mayor facilidad los nutrientes del producto.