Los cereales han sido la base de la dieta de la humanidad desde hace miles de años y contribuyen hasta en un 50 % de la ingesta de fibra dietética en países de occidente. La avena es un uno de estos productos y se reconoce por contener más proteína que el maíz, el arroz o el trigo.

Además, tiene una considerable cantidad de ácido fítico, lo cual puede interferir en la absorción de hierro y calcio, por lo que la harina de avena importada se usa en papillas y en algunos productos alimentarios para bebés.

La avena, según la Fundación Española de la Nutrición, es una fuente de proteínas de bajo costo y posee un alto contenido en fibra. En cuanto a los micronutrientes, esta contiene un alto contenido en hierro, magnesio, zinc, fósforo, tiamina (vitamina B1), vitamina B6 y folatos, además de ser fuente de vitamina E.

Por lo anterior, el consumo de avena trae grandes beneficios para el cuerpo. De hecho, el portal especializado Salud180, listó una serie de favores que trae el ingerir este cereal en la noche, antes de ir a la cama.

1. Reduce el colesterol: aquellas personas con colesterol y triglicéridos altos pueden reducir la grasa que cumulan en las arterias con el consumo de avena, por lo que previenen los accidentes cardiovasculares, según la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam).

2. Evita el estreñimiento: los propiedades de fibra que contiene la avena son favorables para evitar el estreñimiento y mejorar el tránsito intestinal. Además, por el hidrato de carbono de absorción lenta que contiene, el intestino sustrae mejor las propiedades de los alimentos y, según la Escuela de Salud de Harvard, ayuda al crecimiento de la flora intestinal.

3. Reduce los niveles de azúcar: suele ser uno de los compuestos preferidos para los diabéticos pues reduce los niveles de glucosa en la sangre. “Los carbohidratos disponibles en la avena contienen un índice glucémico bajo y por eso ayudan a evitar el aumento de azúcar en la sangre”, explica Maren Torheim, autora del libro Comer sano para adelgazar.

4. Ayuda a bajar de peso: debido a que no contienen muchas calorías, ayuda a perder peso y, acompañado de una rutina de ejercicios, también es posible aumentar la masa muscular.

Cabe resaltar que gracias a su gran cantidad de componentes positivos, la avena no representa un peligro a la hora de consumirlo ni tiene toxinas o contraindicaciones generales; todo lo contrario, es una de las principales recomendaciones de los médicos para una dieta saludable.

Sin embargo, según Torheim, no se trata de consumirla en exceso, sino que debe hacerse con moderación y la porción recomendada es de una taza o un plato sopero al día.

Al contribuir a la buena evacuación del intestino, consumirla en exceso puede generar un aumento en el volumen de las evacuaciones así como gases, lo que puede resultar incómodo para quien lo consume.

Además, es importante tener en cuenta que si bien la avena en su forma natural no contiene gluten, cuando ha sido manipulada por fábricas o procesadores y comercializadores del producto, pueden agregarle gluten, así que los alérgicos o personas con celiaquía (enfermedad autoinmune que daña el revestimiento del intestino delgado y que se produce por el consumo de gluten en cualquier cereal) deben verificar primero que sea natural y libre de este.