Bajar de peso es una meta que muchos se proponen y pretenden cumplirla cuanto antes. No obstante, de acuerdo con la División de Nutrición, Actividad Física y Obesidad del Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud, “la evidencia demuestra que las personas que bajan de peso en forma gradual y constante (entre 1 y 2 libras por semana) logran mejores resultados en no volver a recuperarlo”.
Explica que bajar de peso de forma saludable no es solo cuestión de seguir una dieta estricta o un programa, sino que va más allá: “Es llevar un estilo de vida estable que incluya cambios a largo plazo en la alimentación diaria y los hábitos de ejercicio”, dice.
La División precisa que, aunque el objetivo ”parezca enorme”, debe ser visto más como un camino por recorrer que un “destino final”. Recalca que el hecho de adquirir nuevos hábitos alimenticios y acompañarlos de una actividad física diaria no solo permitirán bajar esos kilos de más, sino que pueden ayudar a que la persona no vuelva a recuperar el peso perdido con el paso del tiempo.
“Un estudio que incluyó a los participantes del Registro Nacional de Control del Peso reveló que quienes perdieron una cantidad significativa de peso y no lo recuperaron reportaron mejoras no solo en cuanto a su salud física, también en su nivel de energía, movilidad física, estado de ánimo general y autoestima”, agrega la entidad estadounidense.
Las dietas milagrosas existen, pero no funcionan. Es algo que debe dejarse claro desde el comienzo. Sin embargo, sí hay algunos alimentos que pueden ayudarle al organismo a perder peso de una forma saludable y sin dejar de aportarle los nutrientes que necesita para su funcionamiento. En ese sentido, hay dos productos que pueden ayudar a adelgazar: la avena y la manzana. Para entenderlo, es preciso explicar las bondades de cada uno de estos dos alimentos.
En el caso de la primera, la avena, posee grandes beneficios para adelgazar, pues al ser un cereal, adquiere volumen en el estómago y da mayor sensación de saciedad a quien la consume, así lo indica el Departamento de Naturopatía y Nutrición del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).
Mediante su ingesta, el cuerpo absorbe las vitaminas y proteínas que contiene este cereal. Del mismo modo, la dietista y nutricionista Mónica Acha indica que, a pesar de que la avena es rica en hidratos de carbono, es un alimento que funciona al momento de querer adelgazar. Lo anterior se debe a que la avena es un alimento rico en hidratos de carbono complejos y tiene otras propiedades que benefician la pérdida de peso.
Entre tanto, la manzana es una de las frutas que más a menudo aparece en las dietas para bajar de peso, gracias a su efecto saciante y por ser baja en calorías, entre otras propiedades. Esta fruta produce en el cuerpo una sensación de estar saciado, por lo que disminuye el consumo de más alimentos.
Esta saciedad se genera gracias a la pectina, una sustancia que se encuentra en la pulpa de la manzana. Otro de los beneficios de la manzana es que se puede consumir a diario y el consumo de grasas totales es poco. Esta fruta tiene solo 52 calorías por 100 gramos.
Dicho esto, hay un batido de avena y manzana que reseña el portal de nutrición y bienestar Salud180 que promete acelerar el metabolismo y, por ende, ayudar a bajar de peso de forma natural. Sumado a lo anterior, esta receta contribuye en la disminución del colesterol malo en la sangre, evita la acumulación de líquidos y el estreñimiento.
Una manzana roja o verde sin cáscara, 50 gramos de avena, el zumo de un limón, 250 mililitros de agua natural o mineral, una ramita de canela, una cucharadita de semillas de linaza (opcional) y un par de cubos de hielo son los ingredientes que se necesitan para su preparación. Todos los elementos se vierten en la licuadora y se licúan hasta que se hayan integrado por completo.
Salud180 recomienda consumir este batido en ayunas, pues en la mañana es cuando tiene un mayor poder depurativo en el organismo.