Desde hace 15 años, cuando el icónico Concorde dejó los cielos, ninguna compañía había presentado planes serios para volver a construir aviones supersónicos de transporte. La semana pasada Boeing sorprendió con la noticia. En una conferencia realizada en el Instituto Norteamericano de Aeronáutica y Astronáutica en Atlanta, el gigante de la aviación estadounidense presentó el diseño de un avión hipersónico que promete alcanzar velocidades máximas de más de 6.400 kilómetros por hora. Es decir, cinco veces más que el avión convencional más rápido.   El anuncio representa el movimiento más reciente de un fabricante por llevar la tecnología de la aviación a nuevos niveles. Expertos aseguran que la nave podría viajar de Londres a Nueva York en menos de dos horas y volar a unos 95.000 pies de altura, 30.000 más que el avión anglofrancés. Durante la conferencia, Kevin Bowcutt, técnico superior y jefe científico de los aviones hipersónicos de Boeing, aseguró estar entusiasmado con el potencial de la nueva tecnología que permitiría conectar al mundo a estas velocidades. “Boeing construye este avión tras seis décadas de estudio, lo que nos convierte en la compañía adecuada para dirigir el esfuerzo de llevar esta tecnología al mercado”. El diseño, presentado la semana pasada, podría materializarse en los próximos 20 o 30 años. “El choque del avión con el viento cuando pasa la barrera del sonido produce un trueno muy fuerte. Esa era una de las dificultades del Concorde, debía usar su velocidad supersónica solo cuando volaba sobre el océano”: Maya Aunque parezca sorprendente, la historia de los aviones supersónicos se remonta a más de medio siglo atrás. Un humano logró superar la velocidad del sonido a bordo de una aeronave en 1947. En otoño de ese año, el piloto estadounidense Charles Yeager subió a un avión propulsado Bell X-1 del Comité Nacional Consultivo de Aeronáutica –precursor de la Nasa– y a 43.000 pies de altura aceleró la máquina a 1.100 kilómetros por hora (Mach 1,05) superando la medida de referencia de la velocidad del sonido, Mach 1. Desde entonces, potencias mundiales como Reino Unido, Francia, Estados Unidos y la Unión Soviética comenzaron una carrera por desarrollar su propio avión supersónico. Según se creía, quien primero tuviera la tecnología dominaría un nuevo mercado de millones de dólares para la aviación comercial. Lograron perfeccionar solo dos aviones: el Concorde, anglo-francés, y el soviético Túpolev Tu-144 (ver imágenes), pero solo el primero consiguió operar comercialmente. Aquellas maravillas tecnológicas, adelantadas a su tiempo, surcaban los cielos en tiempo récord. Mientras que los aviones comerciales subsónicos tardan alrededor de 8 horas en completar un viaje entre París y Nueva York, el Concorde solo necesitaba 3 horas y 30 minutos. Alcanzaba una altitud máxima de 18.300 metros y su velocidad de crucero era de Mach 2,02 –2.140 kilómetros por hora–, más del doble de la velocidad promedio de los aviones convencionales.   Boeing comenzó a desarrollar su propio aeroplano en esa época dorada de la aviación, pero eventualmente los abandonó por problemas extraaeronáuticos. “Boeing trabajó en su prototipo desde 1965 hasta 1966. Invirtieron mucho dinero y destinaron a sus mejores ingenieros. Sin embargo, concluyeron que no sería viable económicamente”, cuenta a SEMANA Alberto Maya, especialista en aviación comercial. Puede leer: Cómo es el BelugaXL, el nuevo y gigantesco avión de carga de Airbus que parece una ballena Pese a que sus competidores siguieron adelante, no pasó mucho tiempo para que se encontraran con la realidad. La Unión Soviética apenas voló Tu-144 en territorio nacional, y Francia y Reino Unido solo lograron vender 14 Concorde a Air France y British Airways. “El tiquete resultaba muy costoso y el ahorro en tiempo no lo valía. Solamente el orgullo nacional de los franceses e ingleses mantuvo la producción de esas pocas unidades”, asegura Maya.  Solo famosos y millonarios de la talla de Michael Jackson, Paul McCartney o la reina Isabel II podían costear esta innovación. Luego de 2000, cuando un Concorde se accidentó en Gonesse, Francia, y murieron 113 personas, ya nadie quiso volver a volar en ellos. En 2003 dejaron de operar definitivamente. Un avión hipersónico promete alcanzar velocidades máximas de más de 6.400 kilómetros por hora. Desde aquel entonces hasta hoy, “la tecnología de los motores ha cambiado mucho”, asegura Maya, lo que podría hacer viable que los supersónicos volvieran al mercado. Aunque aún no se conocen los detalles del prototipo de Boeing, el experto afirma que los ingenieros y científicos tendrían que corregir los errores que quedaron pendientes con el Concorde. Uno de ellos es el del ruido. “El choque del avión con el viento cuando pasa la barrera del sonido produce un trueno muy fuerte. Esa era una de las dificultades del Concorde, debía usar su velocidad supersónica solo cuando volaba sobre el océano”, explica Maya. Por otro lado, el Concorde solo podía transportar poco más de 100 pasajeros, lo que lo hacía muy poco viable. Boeing anuncia que presentará el prototipo completo por primera vez en julio en el Salón Aeronáutico de Farnborough, Reino Unido. Varias compañías también dicen trabajar en aviones que alcancen las velocidades como las del Concorde. Una de ellas, SpaceX, la multinacional aeroespacial de Elon Musk, afirma que planea a largo plazo transportar pasajeros por todo el mundo en menos de una hora.  ¿Significará esto que los aviones hipersónicos están en el horizonte?

Concorde Foto: AP La historia de los supersónicos 1947 El piloto estadounidense Chuck Yeager supera por primera vez la velocidad del sonido en su avión-cohete Bell X-1. 1960 Francia, Reino Unido y Estados Unidos trabajan en los primeros diseños del avión supersónico. 1961 Nikita Krushchev se entera sobre el proyecto anglofrancés para crear el Concorde y ordena construir un avión supersónico de pasajeros en menor tiempo que Occidente. 1969 El Concorde 001 hace su primer vuelo de prueba. 1971 La Boeing cancela el desarrollo de su avión supersónico 2707, mientras que el Concorde realiza su primer vuelo transatlántico. 1976 Air France y British Airways empieza a operar comercialmente el Concorde. 2000 El 25 de julio el vuelo 4590 de Air France se estrella en Gonesse. 2003 El Concorde deja de operar definitivamente. 2018 Boeing anuncia el nuevo prototipo de su avión hipersónico.