El ayuno intermitente implica abstenerse total o parcialmente de comer durante un tiempo determinado, antes de volver a ingerir alimento de forma regular.

Algunos estudios sugieren que esta forma de comer puede ofrecer beneficios como la pérdida de peso, una mejor salud y longevidad. Cada persona experimenta el ayuno intermitente a su propia manera, y los diferentes estilos se adaptan a distintas personas, indica el portal especializado Healthline. Sin embargo, no todas las personas pueden realizar este tipo de prácticas, pues existen algunas contraindicaciones.

Algunos de los tipos de ayuno, según los expertos, son: el de días alternos en el que la persona consume una dieta normal un día y ayuna completamente o hace una pequeña comida al día siguiente.

Otra opción es el de 5:2, en donde la persona come una dieta normal cinco días a la semana y ayuna dos. Y el ayuno diario con tiempo restringido en donde come con normalidad, pero solo dentro de un lapso de ocho horas cada día. Por ejemplo, no desayuna pero almuerza al mediodía y cena a las 8 p. m., precisa la Clínica Mayo.

Healthline plantea algunos beneficios que pueden tener este tipo de ayunos.

1. Pérdida de peso: muchas personas hacen el ayuno intermitente para perder de peso y, en general, éste hará que se consuman menos calorías. Además, este ayuno mejora la función hormonal para facilitar la quema de grasa. Una revisión científica de 2014 concluyó que el ayuno intermitente puede causar una pérdida de peso del 3 % al 8 % entre tres y 24 semanas.

2. Resistencia a la insulina: el ayuno intermitente ha demostrado tener mayores beneficios para la resistencia a la insulina y causar una importante reducción de los niveles de azúcar en la sangre. Investigaciones científicas han demostrado que estas formas de ayuno pueden ser muy beneficiosas para las personas que están en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, asegura el mencionado sitio web.

3. Estrés oxidativo: este estrés involucra moléculas inestables llamadas radicales libres que reaccionan con otras moléculas importantes, como la proteína y el ADN, y las dañan. Varios estudios muestran que el ayuno intermitente puede mejorar la resistencia del cuerpo a este estrés, a la vez que puede combatir la inflamación.

4. Salud del corazón: las enfermedades cardíacas son muy comunes hoy en el mundo y los análisis han demostrado que el ayuno intermitente mejora varios factores de riesgo para la salud del corazón, entre ellos: los niveles de azúcar en la sangre, la presión arterial, los triglicéridos en la sangre, el colesterol alto y marcadores inflamatorios. Sin embargo, según el mencionado portal, es necesario estudiar con más profundidad los efectos del ayuno en la salud del corazón en humanos antes de que se puedan hacer recomendaciones.

5. Reparación celular: cuando una persona ayuna, las células del cuerpo inician un proceso celular de “eliminación de residuos” llamado autofagia. Esto implica que, con el tiempo, las células se descomponen y metabolizan las proteínas rotas y disfuncionales que se acumulan dentro de las células. El aumento de la autofagia puede proteger contra enfermedades como el cáncer y los padecimientos neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer.

6. Prevenir el cáncer. Esta enfermedad se caracteriza por el crecimiento descontrolado de las células. Se ha demostrado que el ayuno tiene varios efectos beneficiosos en el metabolismo que pueden reducir el riesgo de cáncer. La evidencia de los estudios en animales indica que el ayuno intermitente o las dietas que imitan el ayuno pueden ayudar a prevenir el cáncer, hallazgos que han sido similares en los humanos, aunque se necesitan más estudios.

Contraindicaciones

Estos ayunos pueden tener efectos beneficiosos para la salud, pero no son para todas las personas. Por ejemplo, enfermedades o padecimientos como anorexia o algún otro trastorno de la alimentación, hipertiroidismo no controlado, demencia e insuficiencia cerebrovascular avanzada, insuficiencia renal o hepática avanzada y embarazo y lactancia, están contraindicados.

Según la Clinica Mayo, saltarse las comidas tampoco puede ser favorable para quien tiene cálculos renales, reflujo gastroesofágico, diabetes u otros problemas médicos.

También, según el portal Cuerpo Mente, dependiendo del ayuno que se decida hacer, existen varios efectos secundarios que pueden tener las personas y suelen ser normales en la mayoría de los casos: dolores de cabeza o migrañas, hipoglucemias leves, cambios en los niveles de electrolitos, calambres musculares, dolor agudo en la espalda, retención de líquidos y cambios en los patrones de sueño.

Para evaluar si los síntomas que se tienen son normales o no, se necesita supervisión médica; sobre todo en el caso de algunas enfermedades donde hay que ajustar medicamentos, dicen los expertos.