El ayuno intermitente significa que una persona no come durante un determinado período, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

De hecho, explicó que los enfoques populares para el ayuno intermitente incluyen:

  • Ayuno de días alternos. Seguir una dieta normal un día y ayunar completamente o hacer una pequeña comida (menos de 500 calorías) al día siguiente.
  • Ayuno 5:2. Comer una dieta normal cinco días a la semana y ayunar dos días a la semana.
  • Ayuno diario con tiempo restringido. Comer con normalidad, pero solo dentro de un lapso de ocho horas cada día. Por ejemplo, no desayunar, pero almorzar al mediodía y cena a las 20:00.

No obstante, lo ideal es que el ayuno esté acompañado de una alimentación balanceada y saludable que debe tener proteínas, grasas, carbohidratos y todos los nutrientes que el cuerpo necesita, pero reducida en calorías.

De hecho, el ayuno intermitente es ideal para bajar de peso, mejorar las afecciones asociadas con la inflamación, como: enfermedad de Alzheimer, artritis, asma, esclerosis múltiple y accidente cerebrovascular, pero es importante señalar que el ayuno intermitente puede tener efectos secundarios desagradables, pero normalmente desaparecen en un mes y los efectos pueden incluir los siguientes: hambre, fatiga, insomnio, náuseas o dolores de cabeza.

Adicional, el ayuno intermitente es seguro para mucha gente, pero no para todos. Por tal razón, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guie el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona.

Asimismo, el ayuno puede estar acompañado de una rutina de ejercicio y la recomendación de la revista española Clara es realizar entrenamiento a intervalos de alta intensidad (HIIT) que consiste en sesiones de actividad intensa alternadas con intervalos de actividad más ligera.

Ahora bien, a la hora de hacer ejercicio las personas se preguntan a qué hora es mejor realizar alguna actividad física y, por tal razón, los expertos aseguran que es una cuestión de preferencia, gusto y horarios. Lo importante es cumplir con los objetivos diarios y las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.

Por su parte, la Organización señaló que las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre 20 % y 30 % mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física.

A nivel mundial, las mujeres son menos activas (32 %) que los hombres (23 %) y la actividad se reduce a mayores edades en la mayoría de los países.

De igual manera, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que “la actividad física es fundamental para la salud y el bienestar, ya que puede ayudar a añadir años a la vida y vida a los años [...]. Cada movimiento cuenta, especialmente ahora que estamos haciendo frente a las limitaciones derivadas de la pandemia de la covid-19. Todos debemos movernos cada día, de forma segura y creativa”.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.