Perder peso se convierte con mucha frecuencia en uno de los objetivos clave para algunas personas y entre las diversas fórmulas y dietas utilizadas para lograrlo aparece el ayuno intermitente. Frente a estas decisiones, dietistas y nutricionistas hacen recomendaciones y profesionales de otros campos médicos empiezan a investigar qué impacto o beneficios tiene esta práctica para la salud.
Es claro, que como en todo cambio en la alimentación, hay que tener en cuenta algunas claves para que esta práctica no se vuelva en contra y resulte perjudicial para el cuerpo y la salud.
Se trata de una estrategia que ayuda a perder peso porque se restringen las comidas a un período de tiempo y, por ende, disminuye la ingesta. Pero para que esta estrategia sea efectiva, la persona que la siga debe cambiar sus hábitos alimenticios, pues, según los expertos, si se mantienen unos hábitos que no son buenos de por sí, no se va a progresar en el logro del objetivo.
De acuerdo con el médico Manpreet Mundi, de la Clínica de Mayo, en Minnesota, Estados Unidos, el ayuno intermitente significa que la persona no consume alimento durante un período cada día o semana.
Hay diversas alternativas cuando de realizar este tipo de ayuno se trata. Existe el ayuno de días alternos que es aquel en el que se come una dieta normal un día y ayuna completamente o realiza una pequeña comida, de menos de 500 calorías, al día siguiente.
Otra opción es el ayuno 5:2, en el que la persona realiza una dieta normal cinco días a la semana y ayuna los dos días restantes y el ayuno diario con tiempo restringido en el que come con normalidad, pero solo dentro de un lapso de ocho horas cada día. Por ejemplo, no desayuna pero almuerza al mediodía y cena a las 8 de la noche.
Algunos estudios sugieren que el ayuno que se realiza en días alternos es casi tan eficaz como una típica dieta baja en calorías para bajar de peso. Eso parece razonable porque reducir la cantidad de calorías que la persona consume debería ayudarle a perder peso.
¿Cuáles son los beneficios para la salud?
La pérdida de peso y la actividad física ayudan a reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la obesidad, como la diabetes, la apnea del sueño y algunos tipos de cáncer. Para estas enfermedades, el ayuno intermitente parece ser tan beneficioso como cualquier otro tipo de dieta que reduce las calorías totales.
De igual forma, otras investigaciones sugieren que el ayuno intermitente puede ser más beneficioso que otras dietas para reducir la inflamación y mejorar las afecciones asociadas con la inflamación, como por ejemplo: la enfermedad de Alzheimer, artritis, asma, esclerosis múltiple y los accidentes cerebrovasculares.
Otros expertos sugieren que sirve para controlar la sensación de apetito y ayuda en el tratamiento de patologías como la hipertensión arterial.
Pero así como la pérdida de peso realizando esta práctica del ayuno intermitente puede ayudar a la salud, también es importante que las personas tengan claro que esta estrategia puede tener efectos secundarios desagradables como hambre, fatiga, insomnio, náuseas y dolor de cabeza.
Los especialistas sugieren que estas molestias pueden desaparecer en poco tiempo, pero es importante que los consumidores tengan claro que es seguro y funciona para mucha gente, pero no para todos. Saltarse las comidas puede no ser la mejor manera de controlar el peso si una mujer está embarazada o amamantando.
Tampoco recomiendan los especialistas esta práctica si las personas tienen cálculos renales, reflujo gastroesofágico, diabetes u otros problemas médicos. Tampoco es recomendable para personas con ansiedad, depresión, migrañas o trastornos alimentarios.
Por estas razones, la recomendación siempre será que antes de tomar la decisión de recurrir a esta práctica, se consulte al médico con el fin de validar si es viable en su caso realizar este tipo de ayuno o por el contrario le conviene más otro tipo de estrategia en la misión de bajar de peso.