El ayuno controlado, de acuerdo con la Clínica Mayo, se aplica cuando una persona no come por un periodo durante el día o en la semana, y algunos estudios sugieren que esta actividad podría llegar a tener beneficios parecidos a los de una dieta baja en calorías, cuando el objetivo es bajar de peso, pues reducir la cantidad de calorías diaria debería apoyar esta meta.

Algunos tipos de ayuno intermitente controlado pueden ser el ayuno de días alternos, donde la persona come una dieta normal un día y al otro reduce a menos de 500 calorías sus porciones o no ingiere bocado alguno; el ayuno 5:2, que consiste en comer normalmente durante cinco días a la semana y ayuna dos días; y el ayuno diario con tiempo restringido, donde la persona puede comer de forma normal durante cierto lapso en el día, ocho horas, por ejemplo.

Estos tipos de ayuno, según la Clínica, pueden llegar a ser beneficiosos para enfermedades como el alzheimer, artritis, asma, esclerosis múltiple e, incluso, accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, es importante decir que esta práctica también puede tener efectos secundarios nada placenteros, como hambre, fatiga, insomnio, náuseas y dolores de cabeza, por lo que antes de aventurarse por el ayuno controlado de lleno es mejor evaluar si es una buena opción para cada persona.

El portal Psicología y Mente sugiere además una serie de beneficios para la salud mental que pueden estar relacionados con estos tipos de ayuno, con la única diferencia de que se realizan en espacios supervisados por médicos, como si se tratara de retiros espirituales. Estos beneficios pueden ser:

Relajación

El ayuno podría desencadenar en el cuerpo una respuesta parecida a la del ejercicio en cuanto al estrés. Cuando la persona es capaz de para conscientemente de comer, inicia con un proceso de relajación en el que deberá, según el portal, utilizar la energía que su cuerpo no necesita para la digestión en sus proceso mentales. En este proceso es útil una actividad como en yoga o el senderismo.

Reconexión

De acuerdo con Psicología y mente, otro de los factores del ayuno que incide positivamente en el proceso mental puede ser la reconexión consigo mismo. Cuando se ayuna se deja de medir el tiempo del día que se le dedica a estas jornadas, lo que se dispondría para la reflexión, el pensar, o dormir. Este tiempo aprovechado para la introspección podría resultar en un reencuentro con la persona que se es en el interior. Adicionalmente, se recomienda que estos ayunos sean en un lugar apartado de casa donde la naturaleza pueda servir para la relajación y desconexión controlada y supervisada por expertos.

Ralentizar el envejecimiento del cerebro

Este portal afirma también que algunos estudios en neurociencia, como el del investigador Mark Mattson, profesor de neurociencia en la Universidad John Hopkins y actual jefe del laboratorio de neurociencia en el Instituto Nacional del Envejecimiento, sugieren que esta práctica en la que se priva al cuerpo de alimento por periodos controlados podría proteger el cerebro previniendo y ralentizando los efectos del Alzheimer, Parkinson y otras afecciones neurodegenerativas.

El portal especializado Healthline plantea algunos beneficios adicionales que pueden tener el ayuno intermitente:

  1. Pérdida de peso: muchas personas hacen el ayuno intermitente para perder de peso y, en general, éste hará que se consuman menos calorías. Además, este ayuno mejora la función hormonal para facilitar la quema de grasa.
  1. Resistencia a la insulina: el ayuno intermitente ha demostrado tener mayores beneficios para la resistencia a la insulina y causar una importante reducción de los niveles de azúcar en la sangre. Investigaciones científicas han demostrado que estas formas de ayuno pueden ser muy beneficiosas para las personas que están en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
  1. Estrés oxidativo: este estrés involucra moléculas inestables llamadas radicales libres que reaccionan con otras moléculas importantes, como la proteína y el ADN, y las dañan. Varios estudios muestran que el ayuno intermitente puede mejorar la resistencia del cuerpo a este estrés, a la vez que puede combatir la inflamación.