Los frutos secos son alimentos que han ganado peso para ser incluidos en el marco de dietas saludables. Se trata de un grupo genérico de productos compuestos por granos, semillas o frutas con una baja concentración de agua y un elevado contenido en grasas, que en su mayoría son buenas si estos alimentos se consumen en su estado natural.
La bliblioteca médica y científica Elsevier, indica que la composición grasa de los frutos secos, su contenido en antioxidantes, fibra y otras sustancias bioactivas le proporcionan a estos alimentos un gran valor nutricional y es gracias a ello que ofrecen una serie de beneficios saludables al organismo.
Por ejemplo, hay evidencia científica de la actividad cardioprotectora que ejerce su consumo habitual y también hay análisis en torno a su efecto sobre el control del peso y la prevención de enfermedades como la diabetes, precisa la mencionada fuente.
El instituto de investigaciones Mayo Clinic asegura que comer frutos secos como parte de una alimentación saludable resulta bueno para el corazón, gracias a que ayudan a controlar factores de riesgo que pueden afectar la salud de este órgano.
Una de las muchas opciones que se incluyen en los frutos secos son las nueces, las cuales son ricas en ácidos grasos, omega-3, fibras y polifenoles, que le aportan al organismo propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, por lo que ayudan a regular el azúcar en la sangre, a reducir el colesterol sanguíneo y la presión arterial, previniendo el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como aterosclerosis e infarto de miocardio.
Ayudan a controlar el azúcar
Precisamente una de las bondades que se le atribuyen es que al incluirlas en el marco de una dieta equilibrada, en la que también se consuman frutas y verduras, contribuyen a prevenir la diabetes gracias a su aporte para el control de la glucosa en la sangre.
Esto se debe a que son un alimento rico en fibras y en ácidos grasos insaturados, como el omega-3, los cuales actúan disminuyendo los niveles de azúcar en la sangre en ayunas y luego de comer, además de mejorar el funcionamiento de la insulina, hormona que se encarga de transportar la glucosa de la sangre a los tejidos y células para que estos la conviertan en energía, precisa el portal de salud Tua Saúde.
Al respecto, el portal Healthline indica que hay evidencia en la que algunas variedades de nueces han demostrado que el consumo regular de estos alimentos puede reducir la inflamación y disminuir los niveles de azúcar en la sangre.
“En un estudio, las personas con diabetes que incluyeron 30 gramos de nueces en su dieta diaria durante un año, perdieron peso, mejoraron su composición corporal y experimentaron una reducción significativa en los niveles de insulina”, precisa. De acuerdo con la mencionada fuente, este hallazgo es importante porque las personas con diabetes tipo 2 suelen tener niveles elevados de insulina, lo cual está vinculado con la obesidad.
Contra el colesterol
Así mismo, el consumo de nueces ayuda a controlar los niveles de colesterol en la sangre y a reducir las cantidades del LDL, conocido como “malo”.
Mayo Clinic asegura que el consumo regular de nueces contribuye a disminuir los niveles del colesterol no saludable y los triglicéridos, que pueden bloquear las arterias y generar complicaciones cardiovasculares.
Además, los polifenoles de la nuez, principalmente el ácido elágico, contiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a mejorar la función endotelial, actuando también como un protector cardiovascular, precisa Tua Saúde.
La recomendación de los expertos es optar por el consumo de frutos secos, sin sal y sin azúcar, pues al añadirles estos ingredientes se pueden anular los beneficios saludables que le ofrecen al organismo y especialmente al corazón.