La diabetes es una enfermedad crónica que puede poner en riesgo la vida de las personas. Con el paso del tiempo puede dañar el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, una buena alimentación, la actividad física, no consumir tabaco y mantener un peso saludable son algunas de las formas de prevenir esta afección.

Además de consultar a un médico para iniciar un tratamiento, se deben realizar cambios en el estilo de vida. Healthline, portal especializado en salud, señala por qué es importante que las personas con diabetes eviten consumir dos tipos de bebidas.

Bebidas endulzadas

Las personas diagnosticadas con diabetes no deben consumir bebidas azucaradas, debido a que ponen en riesgo su estado de salud. Según explica Healthline, portal especializado en salud, “estas bebidas están cargadas de fructosa, que está fuertemente vinculada a la resistencia a la insulina y a la diabetes. De hecho, estudios sugieren que el consumo de bebidas azucaradas puede aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con la diabetes como la enfermedad del hígado graso”.

En vez de consumir este tipo de bebidas, los expertos recomiendan tomar agua para mantenerse hidratado y acompañar las comidas principales.

Jugo de fruta

Algunas personas consideran que los jugos de frutas son una opción saludable para el organismo, pero no es así, especialmente para las personas diabéticas. Los efectos de estas bebidas en los niveles de glucosa en la sangre son similares a los de las gaseosas y otras bebidas azucaradas.

Estos jugos tienen fructosa, la cual impulsa la resistencia a la insulina, el sobrepeso, obesidad y las afecciones cardíacas. “Por ejemplo, 8 onzas (250 ml) de soda y jugo de manzana contienen 22 y 24 gramos de azúcar, respectivamente. Una porción equivalente de jugo de uva aporta 35 gramos de azúcar”, detalla Healthline.

Síntomas de diabetes

Mayo Clinic, entidad si ánimo de lucro, menciona los signos de esta enfermedad:

  • Orinar frecuentemente y varias veces al día.
  • Tener mucha sed.
  • Tener hambre constantemente.
  • Perder peso sin razón alguna.
  • Fatiga.
  • Problemas de visión o visión borrosa.

Tipos de diabetes

  • Diabetes tipo 1: es la menos común. Se puede presentar en cualquier edad, pero la suelen padecer, por lo general, niños, adolescentes o adultos jóvenes. Se caracteriza por una producción deficiente de insulina en el cuerpo. Para este tipo de diabetes se requiere de inyecciones diarias de insulina (la hormona que transporta la glucosa). Aún no se conoce la causa médica de esta enfermedad y tampoco se puede prevenir, debido al poco conocimiento que se tiene sobre ella.
  • Diabetes tipo 2: es el más común. Por lo general, se presenta en la edad adulta (sobrepeso), sin embargo, en la actualidad se da cada vez más en los niños. En esta enfermedad el cuerpo es resistente a la insulina y no usa como debería. Aunque se diagnostica en adultos con obesidad, no todas las personas con diabetes tipo 2 son obesas. Esta enfermedad tiene síntomas similares a los de la diabetes tipo 1, pero se presentan de manera silenciosa. En algunos casos, las personas no saben que tienen diabetes de este tipo y se les diagnostica mucho tiempo después, lo que aumenta los riesgos y las complicaciones en el organismo.
  • Diabetes gestacional: este tipo de diabetes aparece en el embarazo y aumenta el riesgo de que se presenten complicaciones en parto. Al mismo tiempo de que la madre y el hijo presenten diabetes de tipo 2 en un futuro.

Hábitos alimenticios saludables

Una alimentación es fundamental para disminuir el riesgo de padecer de diabetes. El Ministerio de Salud señala algunas recomendaciones para tener en cuenta en el consumo diario.

  • Consumir alimentos naturales y frescos, que no tengan adición de azúcar. Se pueden incluir frutas, verduras, leche y productos lácteos, que sean bajos en grasa.
  • Cereales, raíces, plátanos, carnes magras, huevos, leguminosas secas, semillas grasas y frutos secos.
  • Eliminar de la dieta azúcares refinados, bebidas azucaradas y gaseosas. Estos productos son los principales elementos que incrementan el nivel de glucosa en el cuerpo humano.
  • Disminuir el consumo de productos de paquete, aquellos conocidos como “mecatos”.
  • Evitar el consumo de comidas rápidas.