Los profesionales de la salud insisten de manera frecuente en llevar un plan de alimentación sano y equilibrado que contenga alimentos de todos los grupos en las cantidades propicias para la edad, el peso y las condiciones físicas de cada paciente; esto con el fin de evitar enfermedades a corto, mediado y largo plazo.

A estas recomendaciones se suman dormir como mínimo durante siete horas consecutivas durante la noche, cuando se habla de personas adultas; también practicar un deporte o realizar actividad física con frecuencia. Además, es importante limitar el consumo de alimentos y bebidas cargadas de grasa, azúcares añadidos y alcohol.

The Objetive en su sección de salud y cuidado personal menciona las consecuencias que se reflejan en el cuerpo cuando se toma la decisión de eliminar el azúcar añadido o los productos que lo contienen; luego de que este tipo de productos hayan estado involucrados en el plan de alimentación de una persona de manera constante.

Varios de los productos que se consumen a diario contienen azúcar añadido; por eso este ingrediente se cuela en la alimentación diaria e incluso se ingiere mayor cantidad de la que recomienda la Organización Mundial de la Salud, que son 25 gramos de azúcar añadido al día. Por eso es crucial aprender a leer las tablas nutricionales de los productos que se compran con frecuencia para empezar a reducir el consumo de aquellos que están cargados de azúcar.

El azúcar genera un efecto similar al de la droga, es decir, el cerebro se acostumbra a determinados picos glucémicos y por ende pide más, ya que es una forma más fácil y rápida de obtener energía. Es por esto que The Objetive menciona qué le pasa al cuerpo cuando se quiere eliminar de la dieta dicha sustancia, para no caer en la tentación de volver a caer en su consumo.

Hay que optar por eliminar estas bebidas de la dieta. | Foto: Getty Images

El medio sugiere no quitar este tipo de producto de sopetón, sino de manera paulatina; además, este producto es engañoso y se tiene como mito que el dulce o el azúcar es necesario, lo cual es mentira, es importante que entre comidas se involucren alimentos ricos en fibra que generen saciedad para controlar el momento en el que el cerebro haga sentir a la persona que necesita de dulce; esto por lo general ocurre cuando la persona está bajo los efectos del estrés.

Además, “hay ciertos elementos vinculados a la salud mental que están muy influenciados por la reducción de estos consumos y a los que conviene poner cara para comprender por qué se están produciendo. Tanto la ansiedad como el estado de ánimo depresivo —que no es depresión— pueden aparecer al prescindir del azúcar, lo cual también se justifica por esa menor liberación de la dopamina, que podrían ir acompañados de nerviosismo o irritabilidad”.

Al reducir la ingesta de azúcar también se pueden ver alterados los patrones de sueño, haciendo que sea más difícil conciliarlo o mantenerlo de corrido durante la noche. También se puede presentar sintomatología en el cuerpo como fatiga, mareos o náuseas.

Cómo eliminar el azúcar de la dieta

El portal menciona que lo primero que se debe hacer es determinar qué productos elevan de manera desorbitarte la cantidad de azúcar que se consume en el día. Lo primero es bajar la cantidad de azúcar con la que se endulzan los jugos o el café; además, es importante reducir la ingesta de bebidas gaseosas y jugos industrializados que están cargados de este componente. La idea es acompañar todas las comidas con agua, o empezar a tomar agua saborizada, es decir, agregarle unas gotas de limón o naranja a este líquido incoloro.

También importante priorizar el consumo de alimentos en su estado natural como frutas o verduras, o intentar optar por comer entre comidas alimentos menos nocivos como frutos secos, yogur natural, avena, productos integrales 100 %, entre otros.