Las heridas suelen ser curadas con elementos que están en el botiquín, fabricados por la industria farmacéutica. Pese a lo anterior, hay millones de personas en el mundo que no tienen acceso a estos productos, por lo que deben recurrir a opciones que impliquen un menor costo y que sean igual de efectivas.
Moses Murandu, un hombre que creció en medio de la pobreza en la zona rural de Zimbabue, quien solía frotarse las heridas con sal cuando tenía algún accidente de pequeño. En algunas ocasiones su padre contaba con unos pesos de más y le compraba azúcar, un ingrediente que le picaba menos que la sal.
Murandu creció y más adelante fue reclutado por el sistema de salud británico (NHS, por su sigla en inglés) para trabajar como enfermero en el año 1997 y en ese momento descubrió que el azúcar no era utilizado para curar y desinfectar las heridas, por lo que se propuso cambiar ese panorama.
Pasaron los años y su idea fue tomando forma. Con el apoyo de la beca clínica de la Fondation de France y la Universidad de Wolverhampton, Murandu completó un doctorado en 2015 en la Universidad de Birmingham sobre la exploración del uso de azúcar granulada en el manejo de heridas exudativas necróticas. El ensayo clínico investigó a 42 pacientes seleccionados al azar que sufrían de heridas exudativas necróticas ingresados en hospitales del NHS en West Midlands UK. “Este trabajo fue el trampolín para un programa de investigación que ganó reconocimiento internacional y ha contribuido a diversas investigaciones sobre otros productos curativos naturales como la miel”, destaca la Universidad de Wolverhampton (Reino Unido).
Conforme a los resultados del estudio sobre los usos del azúcar, Murandu ha ganado varias salas internacionales de cuidado de heridas, entre las que se destaca el premio que ganó en 2018, en la categoría de “La mejor investigación de un país en desarrollo” en los premios Journal of Wound Care (Revista del Cuidado de las Heridas), consigna su hoja de vida.
Las opciones naturales mandan la parada en la actualidad y, gracias a las investigaciones adelantadas por el doctor Murandu, hoy se puede destacar el azúcar como una alternativa para la curación y la desinfección de las heridas, al tener propiedades similares a las de un antibiótico, reseña un artículo publicado por Medical News Today, de Healthline Media.
Entre los resultados encontrados por el doctor oriundo de Zimbabue se evidenció que cuando el azúcar entra en contacto con una herida, los gránulos absorben la humedad, eliminando las bacterias que estén presentes y reduciendo los niveles de infección. Evidencias que han sido respaldadas por una recolección de casos de estudio, incluyendo ejemplos de éxito con tratamientos de azúcar para el tratamiento de heridas que han sido resistentes a los antibióticos.
Es de desatacar que esta alternativa podría convertirse en una solución para las personas que no tienen la capacidad económica para comprar antibióticos. Además, en el Reino Unido hay interés por el avance de estos estudios, pues en ocasiones hay heridas infectadas que no responden a los antibióticos.
El galeno ha hecho uso del azúcar en diferentes ocasiones para el tratamiento de las heridas, implementándolo en las organizaciones donde trabaja, como es el caso del Hospital Moseley Hall, donde el azúcar fue utilizado como tratamiento para curar la herida del paciente Alan Bayliss, amputado de su pierna derecha.
“Es muy grato para mí ver los resultados, especialmente ahora que las enfermeras pueden hacerse cargo y administrar el tratamiento después de que hice la evaluación inicial, y también que los pacientes están experimentando los beneficios. Creo en el azúcar y las enfermeras y los médicos que ven los efectos están empezando a creer en él también. Me gustaría agradecer a la Universidad y la Facultad de Salud y Bienestar por su apoyo y también a los pacientes por participar“, destacó Murandu, citado por Medical News Today.
¿Cómo utilizar el azúcar para las heridas?
El azúcar que utiliza el médico de Zimbabue es del tipo simple y granulado, la misma que se utiliza para endulzar bebidas comúnmente. En las pruebas in vitro que ha adelantado, el galeno encontró que no hay diferencias al utilizar azúcar de caña o de remolacha, mientras que en lo que refiere al azúcar moreno sin refinar, no demostró tanta efectividad.
De este modo, Murandu señala que todo lo que se debe hacer es lavar muy bien la herida con agua, para después colocar un poco de azúcar sobre la herida y luego vendar la zona, y que de este modo surta los efectos ya señalados. Sin la presencia de las bacterias la herida sana con mayor rapidez.
Según el tamaño y el grado de infección será necesario repetir este proceso a diario hasta que la herida comience a cicatrizar. Con el paso de los días el tejido dañado se desprenderá de la piel y el azúcar actuará como una especie de capa protectora de la herida, aportando proteínas al organismo.
En lo que refiere a los pacientes diabéticos, los estudios demostraron que no hay ningún problema de hacer uso del azúcar para la curación de las heridas, pues no altera los niveles de glucosa en la sangre. “El azúcar es sacarosa y necesitas la enzima sacarasa para convertirla en glucosa”, señala el galeno.