El trabajo del fotógrafo paisa Juan Arredondo le mostró a los ingleses la dura realidad de Barrio Triste, una localidad en el centro de Medellín que los paisas suelen asociar con pobreza, inseguridad, drogas y talleres de mecánica. Sin embargo, a pesar de la situación difícil que domina el lugar, las imágenes lograron “encontrar destellos de esperanza entre las personas que lo habitan”, relata el diario DailyMail que compró las imágenes del blog de Arredondo.

Entre 2009 y 2012, durante un período de siete meses interrumpido por sus viajes constantes entre Colombia y Nueva York, el fotógrafo de 35 años documentó la vida en la capital paisa, “una vez la ciudad más peligrosa del mundo, donde los capos de la droga y los grupos paramilitares luchan por el poder”, reza el artículo.“Fue un accidente”, comenta Arredondo. “Estaba haciendo unas fotos sobre desplazamiento interno en Medellín... pero me pareció que el barrio tenía más historias”, dijo en diálogo con Semana.com.“Un contacto me ayudó con lo de la seguridad, entonces la gente me reconocía; sabían quién era y hasta me cuidaban. No tuve inconvenientes. El único problema es que las personas que necesitaba no siempre estaban porque vivían en la calle, o en algunos casos morían”. Este químico de profesión, quien se formó tomando cursos de fotografía en EE. UU., trabaja como free lance en los reconocidos diarios norteamericanos New York Times y Wall Street Journal.Arredondo dice que ha recibido muy buenos comentarios por su fotorreportaje. “Es una realidad. Obviamente no es la realidad completa, pero quería mostrar las secuelas y manchas que ha dejado la violencia. Sé que se ha hecho un esfuerzo por mejorar la imagen de la ciudad, pero siempre habrá cosas negativas”.“En Nueva York, vivo en Harlem, que también es un barrio difícil. Pero en todas partes hay de estos barrios. (Las fotos) facilitan ver más allá del barrio. (Barrio Triste) siembre fue asociado con algo malo o con reparación de carros. La ciudad construye alrededor del centro y la parte textil se ha recuperado mucho con la inversión, pero Barrio Triste sigue igual, en parte, porque linda con el Río Medellín”, explica el fotógrafo.“A medida que Medellín, hogar del deshonroso capo de la droga Pablo Escobar, se organizó, Barrio Triste permaneció como un campo de batalla para los narcos”, asegura el DailyMail. Sin embargo, Arredondo comenta que su "interés fue por curiosidad. No intento dar una opinión política. Me parece interesante si genera debate, pero lo que más me llamaba la atención era los personajes y sus historias”.