De acuerdo con información de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), el estreñimiento es una afección en la cual la persona podría tener menos de tres evacuaciones a la semana.

Así mismo, las heces se tornan duras, secas o grumosas, dificultando la evacuación. Como consecuencia, algunas personas pueden padecer síntomas adicionales como pesadez, dolor abdominal o sensación de que la evacuación no fue completa.

En primera instancia, el estreñimiento puede ser superado con autocuidado, pero si se convierte en un problema crónico (de larga duración) o aparecen otros síntomas como sangrado en el recto, sangre en las heces y dolor fuerte y continuo en el abdomen, es recomendable acudir a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y definir el tratamiento adecuado.

Según reseña la enciclopedia médica Medline Plus, algunas maneras de prevenir el estreñimiento son:

  • Comer más frutas, verduras y granos (alimentos ricos en fibra).
  • Beber abundante agua y otros líquidos.
  • Hacer ejercicio con frecuencia.
  • Tomarse el tiempo suficiente para evacuar (ir al baño) cuando el cuerpo lo necesite.
  • Consumir laxantes únicamente bajo prescripción médica.
El estreñimiento puede causar dolor abdominal. | Foto: Getty Images

Beneficios del jugo de remolacha con zanahoria

La medicina alternativa ofrece numerosas opciones para aliviar el estreñimiento, sin embargo, es pertinente recordar que los remedios caseros no cuentan con respaldo científico, por lo que su efectividad no está garantizada en un 100 %.

En ese orden de ideas, antes de intentar cualquier tratamiento natural, lo más recomendable es consultar con un médico de confianza.

El portal Mundo Deportivo reseña los beneficios del jugo de remolacha con zanahoria, una bebida a la que se le asocian múltiples bondades para el organismo.

En primer lugar, sostiene que la alta concentración de nitratos que posee la remolacha contribuye en gran medida con su aporte energético. Además, anota los nitritos “reducen los niveles de presión arterial y mejoran la circulación”.

La remolacha es buena fuente de fibra. | Foto: Getty Images

Por su parte, la zanahoria destaca por su contenido de potasio y fósforo. De acuerdo con información de la Fundación Española de Nutrición (FEN), la zanahoria también contiene una cantidad apreciable de hidratos de carbono. “Otras vitaminas presentes en cantidades más discretas son la vitamina C y la vitamina B6. También contienen pequeñas cantidades de minerales como hierro, yodo y potasio”, agrega.

Mezclando las propiedades de la remolacha y la zanahoria en un mismo batido, el citado portal resalta que configura una herramienta bastante útil para adelgazar, pues aporta energía para realizar actividades físicas. Por otra parte, esta bebida incluye propiedades diuréticas, de manera que activa el metabolismo y acelera la quema de grasa.

“La vitamina B6 es clave en el metabolismo de aminoácidos. Asimismo, el alto contenido en B6 que aporta la remolacha no solo favorece la pérdida de peso, sino que también ayuda a mantener la buena salud de nuestro cerebro”, sostiene Mundo Deportivo.

Respecto al poder del jugo de remolacha y zanahoria para contrarrestar el estreñimiento, aborda el alto contenido en fibra presente en ambos ingredientes. Esta cualidad ayuda a mejorar el proceso digestivo, convirtiéndose en una especie de laxante natural.

La fibra, además, alimenta las bacterias del organismo y mantiene el equilibrio de la flora intestinal.

La zanahoria destaca por su contenido de vitamina A y C. | Foto: Semana

También ayuda en el cuidado de la piel

Tanto la zanahoria como la remolacha poseen un alto contenido en vitamina C, de manera que presentan un valioso poder antioxidante.

Es importante mencionar que los antioxidantes “ayudan a combatir el efecto acelerado de los radicales libres, los cuales son responsables del envejecimiento celular y, en consecuencia, de la formación de arrugas en la piel”, detalla la fuente consultada.

Ingredientes:

  • Dos zanahorias.
  • Una remolacha.
  • Un vaso de agua pequeño.
  • Una cucharadita de miel para endulzar (opcional).

Preparación:

  • Lavar muy bien tanto la zanahoria como la remolacha, pues al ser tubérculos pueden presentar suciedad.
  • Pelar la zanahoria y la remolacha.
  • Cortar ambos ingredientes en trozos pequeños para llevarlos a la licuadora.
  • Procesar y agregar el agua. Si queda demasiado espeso, agregar un poco más de líquido.
  • Colar y servir. (La miel es opcional).