El hambre es una sensación física incómoda o dolorosa, causada por un consumo insuficiente de energía alimentaria que impide que el organismo realice sus funciones de manera natural, según la Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y la Agricultura (FAO).
Cuando esto ocurre es normal que las personas sientan deseo de comer. Sin embargo, no siempre el hambre responde a una necesidad real de alimento. En ocasiones, por ejemplo, se trata de un tema emocional, pues la ansiedad lleva a que las personas quieran ingerir productos como una salida a problemas personales que no saben gestionar.
Pero, sea cual sea la razón y con el fin de mantener un peso saludable, que es la mayor garantía para tener buenas condiciones de salud, lo primero que se debe hacer es consumir los alimentos adecuados y combinarlos de forma acertada con el fin de darle al cuerpo no solo la energía que requiere, sino que se sienta saciado para evitar la ingesta permanente de comida.
De manera alterna es posible recurrir a la ingesta de algunos batidos que aportan una serie de nutrientes que generan saciedad. Estas son algunas opciones.
Manzana y linaza
Es un licuado rico en fibra y agua que genera saciedad, elimina la retención de líquidos y limpia el tracto intestinal, según una publicación de la revista Glamour, de México. Se puede preparar mezclando en la licuadora una manzana verde sin semillas y una cucharada de linaza previamente hidratada, una cucharadita de canela en polvo y media taza de agua. Se juntan todos los ingredientes y ya estará listo para consumir.
Zanahoria y manzana
Este batido incluye ingredientes que aportan una alta calidad nutricional. No solo son muy bajos en calorías, sino que sus componentes prolongan la sensación de saciedad y mejoran la salud metabólica, precisa el portal Mejor con Salud.
Cada uno de ellos contiene agua, vitaminas, minerales, fibra y otras sustancias que mantienen al organismo satisfecho mientras estimulan la limpieza del cuerpo para eliminar las toxinas.
Para preparar esta bebida se requiere de dos zanahorias, un puñado de perejil, un pepino, dos manzanas verdes y medio vaso de agua. Se lavan y pican todos los ingredientes antes de llevarlos a la licuadora.
Luego, se agregan junto con el agua y se procesan hasta obtener un jugo homogéneo y sin grumos. Se consume un vaso en ayunas y se toma más durante la jornada, si es necesario, pues como su objetivo es reducir la ansiedad, se puede ingerir cada vez que la persona sienta ganas de comer fuera de las comidas principales.
Granada
Esta fruta ayuda a quitar el apetito desmesurado y así lo demuestra un estudio realizado por la Universidad Queen Margaret de Edimburgo (Escocia), que comprobó que bastan 120 mililitros de este jugo para apaciguar el hambre.
Para hacer un jugo solo se tiene que exprimir la fruta como si fuera una naranja y se le puede añadir una pizca de cúrcuma, lo que hará que su efecto saciante aumente. Además, es posible beneficiarse del poder antiinflamatorio de esta especia, precisa una publicación del portal Saber Vivir, de España.
Frutos rojos, yogur y nueces
Esta bebida es rica en fibra soluble lo que permite que la persona se sienta llena por más tiempo, a la vez que es fuente de probióticos que luchan contra el deseo de consumir productos con azúcar. Para preparar este batido se usa un tercio de taza de moras azules, igual cantidad de frambuesas y fresas, dos cucharadas de yogur griego sin azúcar y un puñado de nueces. Se mezclan todos los ingredientes y se consume.
Piña y semillas de chía
Según el artículo de Glamour, la piña tiene pocas calorías y mucha agua, mientras que las semillas de chía ofrecen un efecto “llenador”. A esta mezcla se le puede agregar menta, cuyo aroma suprime el apetito. La receta es sencilla: se licúan dos rebanadas de piña, dos cucharadas de semillas, unas hojitas de menta, el jugo de un limón y un poquito de agua. Se mezcla y, una vez esté listo, se bebe inmediatamente.
Si bien estos productos naturales favorecen y ayudan a controlar la ansiedad de comer, cuando esta situación se vuelve recurrente e interfiere en las actividades diarias, lo mejor es consultar con el médico para determinar las causas y el posible tratamiento a seguir.