Tomar agua es una de las recomendaciones que han hecho los especialistas para mantener la hidratación del cuerpo, pero además porque esta cumple varias funciones.
Entre ellas se encuentran: permitir el trasporte de nutrientes a las células, colaborar en el proceso digestivo, en la respiración y en la circulación sanguínea, intervenir en la contracción de los músculos, dar flexibilidad y elasticidad a los tejidos y participar en el buen funcionamiento del cerebro y de los nervios.
De acuerdo con el portal de la Secretaría de Salud de México, el agua proporciona, además, minerales esenciales como el calcio, magnesio y el flúor, que sirven para fortalecer los huesos y los dientes, contribuye con la regulación de la temperatura corporal y retrasa el proceso de envejecimiento.
“Cuando nuestro organismo carece de este líquido no puede desarrollar sus actividades adecuadamente, y provocar un cuadro de deshidratación crónica que puede poner en riesgo nuestra vida”, destacó ese despacho.
Otros de los beneficios, según el portal de la Clínica Los Condes, están relacionados con la regulación y mantenimiento de la temperatura corporal, posibilita el transporte de los nutrientes a las células, elimina los desechos a través de la orina, la transpiración y las evacuaciones intestinales, lubrica y amortigua las articulaciones y protege los tejidos sensibles.
Destacó que “la falta de líquido puede producir deshidratación haciéndote sentir más cansado y con falta de energía, entre otras consecuencias para tu salud”.
“Una persona se puede deshidratar cuando tiene fiebre elevada, vómitos y diarrea importantes, especialmente los niños y adultos mayores, pero también puede suceder con las altas temperaturas en verano, si la ingesta de agua no es la adecuada”, señaló el jefe de Nutriología de ese centro hospitalario.
Mientras la Secretaría de Salud mexicana aconsejó a una persona consumir entre seis y ocho vasos de agua al día, no solo para mantener hidratado el cuerpo, sino con un buen funcionamiento del mismo, la Clínica Los Condes señaló que esto depende de factores como la edad, la actividad física, el estado de salud y la temperatura ambiental, entre otros.
- Un adulto debería tomar como mínimo 2 a 3 litros diarios de agua (cinco a seis vasos grandes).
- Si la persona está bajo el sol o practica ejercicio, debe ingerir un aporte extra de líquido sin esperar a sentir sed.
- El agua aportada por los alimentos, como frutas, verduras y sopas, puede ser cercana a 1 litro al día, por lo que se debe aportar 1,5 litros de líquido extra para reponer las pérdidas.
- En días de calor es importante tomar agua periódicamente, por lo que se recomienda llevar siempre una botella de agua a mano.
¿Tomar agua adelgaza?
Uno de los objetivos de millones de personas en el mundo es reducir de peso y una de las alternativas que se han establecido y sobre la cual hay mucha discusión es sobre si beber agua ayuda en ese propósito.
La experta en nutrición y tecnología de los alimentos y miembro del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO), Estefanía Ramo, citada por el portal Cuídate Plus, señaló que el agua no aporta ninguna kilocaloría y, como consecuencia, no adelgaza ni engorda.
Sin embargo, destacó que beber mucha agua antes de comer puede producir un efecto saciante precoz, tras señalar que al llenarse el estómago de líquido, la ingesta posterior de alimentos es menor.
“El agua hidrata y participa en muchos procesos metabólicos del organismo, pero en ningún caso interviene en reacciones de quema de kilocalorías ni tampoco aumenta el gasto energético de las personas”, indicó.
Igualmente, indicó que “lo que sí favorece la ingesta de agua es la pérdida de líquidos del organismo que normalmente se encuentran retenidos y son causa de hinchazón”.
La especialista también rebatió el argumento de muchas personas sobre que beber agua durante la comida engorda, al señalar que este líquido no aporta ninguna kilocaloría y, por tanto, no se puede ganar peso, ni dificulta la digestión.
Otro de los mitos está relacionado con el argumento de que ingerir agua antes de dormir previene la ocurrencia de infartos.
“Este mensaje no tiene ninguna base científica. Puede coincidir únicamente si da la casualidad de que la persona esté más deshidratada y exista un mínimo de riesgo. Pero, en todo caso, es totalmente falso que beber antes de dormir previene infartos o cualquier accidente cerebrovascular”, aseguró Ramo.
Finalmente, señaló que es importante mantener un control de la hidratación del cuerpo especialmente, en casos como quemaduras, infecciones, fiebre, náuseas, vómitos, diarrea, disnea o incontinencia urinaria.
Finalmente, consideró que se debe “prestar especial atención a ancianos, niños y otros grupos de riesgo como bebés, embarazadas, lactantes, personas con enfermedades crónicas, polimedicados o deportistas”.