A la hora de intentar bajar el colesterol existen varias alternativas y alimentos que ayudan con este objetivo; sin embargo, mantener buenos hábitos alimenticios y una constante actividad física suelen ser las mejores alternativas para contribuir a regular los niveles en la sangre.
En este orden de ideas, hay algunos alimentos que ayudan más que otros y que se pueden consumir en formas muy prácticas.
Se trata del limón y la piña, cuyo jugo es muy fácil de preparar y tiene importantes propiedades; por un lado, tienen una gran cantidad de vitaminas, efectos antiinflamatorios y antioxidantes y permiten al organismo eliminar grasas.
A la hora de combatir el colesterol, tanto el limón como la piña ayudan a degradar la capa de grasa que se forma en las arterias, permitiendo que el organismo mucho mejor y ayudado a disminuir los riesgos de accidentes cardiovasculares.
La idea de tomar jugo de limón con piña es hacerlo en la mañana, antes de consumir cualquier alimento, para aprovechar todos sus beneficios y propiedades durante el resto del día.
Solo basta con mezclar los ingredientes con agua y llevar a la licuadora para luego servirlo, sin azúcar y tomarlo. Se puede meter a la nevera o agregar hielo para que además sea mucho más refrescante.
Beneficios de la piña
La piña reduce la presión arterial gracias a su contenido de sodio y potasio y es clave para las personas que sufren de anemia, al facilitar la absorción del hierro, consumirla en ayunas, también contribuye al cuidado del cuerpo porque ayuda a hidratar el organismo con una influencia directa en el cuidado de la piel, así que muchos la consumen para combatir el envejecimiento gracias a la acción antioxidante de sus componentes.
Un artículo escrito por Yamila Papa y publicado por Mejor con Salud explica que las enzimas de la piña actúan sobre el colon evitando que este se irrite. Por consiguiente, ayuda a contrarrestar el estreñimiento, siempre y cuando se consuma de forma regular. Esto quiere decir que ya sea en cubitos, en zumo o jugo de piña se puede obtener sus beneficios.
Además, por ser fuente de vitamina C, la piña contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo y por su contenido de yodo contribuye al metabolismo energético normal y a la producción de hormonas tiroideas y a la función tiroidea normal.
Zumo de limón y jengibre
El zumo de limón junto con el jengibre puede consumirse a modo de refresco, pero también a modo de complemento cuando estamos llevando una dieta orientada a reducir el colesterol malo”, indicó inicialmente el portal Mejor con salud.
Luego, precisó: “Al ingerir jengibre de forma regular se impide que el hígado sintetice el colesterol malo proveniente de los alimentos, mientras que el limón es famoso por su contenido de vitamina C y otros compuestos antioxidantes que pueden mejorar la salud en muchos aspectos”.
Estos dos alimentos, de igual manera, contienen propiedades que activan el metabolismo. La combinación de estos ingredientes son una excelente elección para tomar antes de dormir, al mismo tiempo que refuerza el sistema inmunológico.
“Bajar los niveles de colesterol implica modificar por completo los hábitos de vida, sobre todo cuando la dieta es rica en grasas y no se realiza actividad física”, agregó el portal especializado.
Beneficios del jengibre y el limón
- Ayudan en los problemas digestivos.
- Reducen los síntomas de náuseas y vómitos.
- Reducen el dolor muscular.
- Ayudan al funcionamiento del sistema cardiovascular.
¿Cómo debe consumirse el zumo de limón y jengibre?
Ingredientes:
- 1 limón.
- 1 vaso de agua (250 ml).
- 2 cucharadas de jengibre rallado (12 g).
- Opcional: miel (1 cucharadita, 5 g), canela (astillas o en polvo).
Preparación:
- Pele el jengibre.
- Exprima el limón y reserve el zumo un momento.
- Lleve todo a la licuadora y añada el vaso de agua.
- Procese hasta homogeneizar.
- Sirva y beba con moderación.
- En caso de que desee añadirle miel, procure mantener la moderación.
“Las propiedades del limón neutralizarán los ácidos naturales del estómago, y el jengibre logrará hacer sentir el estómago mejor después de una comida pesada, ya que es capaz de reducir la inflamación corporal y mejorar las digestiones. Gracias a los efectos antioxidantes de ambos alimentos se puede mejorar la concentración y cognición”, concluyó Mejor con salud.