La sangre es uno de los ejes de la salud física. A través de sus funciones, permite que el cuerpo mantenga la temperatura correcta, que los nutrientes lleguen a las células que deban llegar, que los anticuerpos actúen de la manera que deben para evitar infecciones y que se dé la cicatrización correcta.
No obstante, hay algunas sustancias que perjudican al flujo de la sangre a lo largo del organismo, pues obstruyen las estructuras que permiten su transporte (arterias y venas) o la coagulan. De esta manera, poco a poco comenzarán a aparecer reflejos de ellos, tales como las enfermedades cardiovasculares, elevados niveles en la presión arterial u otros males.
Otras de las afecciones son los altos niveles de colesterol y triglicéridos, que pueden contribuir a la aparición de enfermedades cardiovasculares que representan un peligro para la vida. Por esa razón es importante estar atentos a las señales de alerta y además tener claro cuáles son los hábitos comunes que disparan estos niveles.
Los expertos de Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explican que reemplazar las grasas saturadas por las grasas insaturadas son una gran opción saludable para quienes tienen colesterol alto, pues esta elección “puede ayudar a bajar el colesterol LDL. La mayoría de los aceites vegetales que son líquidos a temperatura ambiente tienen grasas insaturadas”.
Se debe tener en cuenta que existen dos tipos de grasas insaturadas. Las monoinsaturadas, que incluyen el aceite de oliva y el aceite de canola. Y las grasas poliinsaturadas, que incluyen el aceite de cártamo, girasol, de soja y de maíz.
Varios especialistas, a lo largo de los años, han recomendado el consumo de avena para el colesterol, ya que contiene fibra soluble, la cual reduce el colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL), el llamado colesterol malo.
En concreto, este cereal tiene un contenido nutritivo donde destacan proteínas, vitaminas, grasas no saturadas, fibra y minerales. También contiene potasio, sodio, hierro, magnesio, calcio, zinc, cobre, fósforo y vitaminas B1, B2, B3, B6 y E, según el portal Mejor con Salud.
Según la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), las hojuelas de avena tienen un efecto antihipercolesterolémico; es decir, que elimina el colesterol de la sangre (limpia la grasa que se acumula en las paredes de las arterias).
Otro de sus beneficios lo explica el artículo “Las avenantramidas, polifenoles de la avena, exhiben actividad antiinflamatoria y contra la picazón”, liderado por Runa Sur y otros autores, que asegura que la avena puede contrarrestar síntomas de la dermatosis debido a que tiene un efecto antiinflamatorio. Así lo corrobora la investigación que explica que las avenantramidas tiene un efecto antiirritante.
Además, este estudio “Introducción temprana de avena asociada con menor riesgo de asma persistente e introducción temprana de pescado con menor riesgo de rinitis alérgica” publicado por British Journal of Nutrition, escrito por Suvi M Virtanen, con otros autores, concluye dentro de la investigación realizada entre 1996 y 2000, que el consumo de avena a temprana edad reduce el riesgo de desarrollar no solo asma sino otras alergias.
Batido de avena con canela
El portal experto en temas de salud Tua Saúde comparte una receta sencilla para preparar el agua de avena y canela. Esta bebida mezcla las propiedades de ambos productos naturaleza con el fin de controlar el incremento en los niveles de colesterol y triglicéridos.
Ingredientes
- 1/2 taza de avena en hojuelas;
- 500 ml agua;
- 1 palo de canela.
Modo de preparación
- Mezclar las hojuelas de la avena con el agua y el palo de canela.
- Dejar reposar la mezcla durante la noche.
- Al día siguiente se debe colar la mezcla y beber a continuación.
La recomendación de Tua Saúde es tomar de esta agua todos los días, preferiblemente en ayunas.