De todos los órganos del cuerpo, la piel es uno de los más importantes y de los más versátiles, porque está constantemente expuesto. Este órgano protege al organismo de los agentes externos como el calor, el frío, el aire y las bacterias, y además elimina de distintas formas los residuos del cuerpo.

La doctora Andrea Combalia, señala en la introducción de su libro ‘Piel sana in corpore sano’ que la piel no es solo un envoltorio y además de controlar la temperatura corporal, “evita que nos deshidratemos e impide el paso de agentes patógenos (virus y bacterias), toxinas, radiaciones y alérgenos a nuestro interior”, cuenta la dermatóloga.

De este modo, el cuidado de la piel es indispensable porque a medida que pasa el tiempo algunos factores pueden llegar a deteriorarla. Muchas personas recurren a remedios caseros o tratamientos estéticos para mantener la elasticidad e hidratación de la piel, pero en muchas oportunidades se cometen varios errores

Lo primero a tener en conocer qué tipo de piel tiene cada persona, de esta forma se logrará encontrar una rutina, productos, entre otras cosas que beneficien el cuidado de la piel y que de la misma forma la hagan ver más radiante.

En ese sentido, la experta y aliada de CeraVe, Sara Moncada, explicó que existen cinco tipos de piel: “la piel normal es aquella con una humectación adecuada y sin rojeces ni zonas secas. Por su parte, si se presenta oleosidad en la zona T (frente y nariz) y las mejillas suelen ser áreas secas, se consideran pieles mixtas. En el caso de una piel oleosa con tendencia al acné, se considera piel grasa”.

Expertos destacan que la crema de manzana ayuda a reducir las arrugas y líneas de expresión y disminuye la grasa en la piel. Foto: Getty images. | Foto: Foto: Getty images.

Además, cuando la piel es opaca y suele tener arrugas finas, se considera como piel seca. Finalmente señaló que si presenta una tendencia a las rojeces y se tiene poca tolerancia a los productos cosméticos, se conoce como piel sensible.

Una vez identificada el tipo de piel, es fundamental tener una limpieza adecuada, y seguir algunos tips, que según ella son esenciales para cuidar este órgano. Uno de ellos, es el lavar la piel con agua tibia, usando limpiadores que tengan ceramidas esenciales.

Rutina de limpieza de la piel | Foto: Foto: Vaiu

La experta también mencionó que es necesario tener en cuenta que la rutina de limpieza puede variar según las actividades que se desarrollen en el día, por ejemplo, cuando hay actividad física, es necesario limpiar la piel de manera suave y gentil antes de realizar la actividad. Y destacó fundamental el hecho de limpiarla luego de terminar, pues de esta forma se evita que se obstruyan los poros de la piel.

Una vez hecho esto, se debe aplicar hidratante, y antioxidantes tópicos como la vitamina C, y protector solar, el cual debería aplicarse tres veces al día.

Para escoger un limpiador se debe tener en cuenta las necesidades de cada persona, en ese sentido, aclaró que los limpiadores hidratantes hipoalergénicos son ideales para pieles normales a secas o sensibles. Los limpiadores con ácido salicílico o niacinamida están pensados para personas con pieles mixtas o con tendencia al acné.

Así se pueden aliviar las cicatrices del acné | Foto: Getty Images

“Si las personas con piel grasa o mixta usan productos de piel seca, van a conseguir un aspecto oleoso al no tener seborreguladores y, por el contrario, si pieles secas usan limpiadores e hidratantes de piel grasa puede generar un aspecto opaco y tirante”, aclaró Moncada.

Cabe resaltar que el querer ver los resultados de forma inmediata de un tratamiento sobre la piel, se deja de ser constante en su cuidado. Es importante tener en cuenta que la mayoría de tratamientos caseros requieren de tiempo y constancia para ver los resultados.